El diseño del gabinete de servicio de conveniencia no es razonable.
Título original: ¿Pueden las instalaciones de servicio convenientes estar "sin terminar" en todo momento?
Algunos medios de comunicación descubrieron que muchas instalaciones de servicios públicos en las calles estaban "fuera de servicio": en algunos armarios de carga sólo había una docena de cajas de carga, los suministros médicos en los quioscos de emergencia estaban caducados desde hacía muchos años , y las máquinas de autoservicio de UnionPay estaban llenas de polvo... Muchas instalaciones que alguna vez brindaron comodidad a todos se han convertido gradualmente en decoraciones.
Ya sabes, al principio era una pena que no se pusiera ningún esfuerzo y poca inversión en equipar estas instalaciones, pero ahora están tan abandonadas. Las buenas instalaciones de conveniencia son "inutilizables", "difíciles de usar" o "no son del agrado de todos". No sólo no cumplieron con las funciones previstas, sino que llevan mucho tiempo "obstruyendo a la gente" ocupando el espacio público.
Entonces, ¿cuál es el problema? Algunas funciones están desactualizadas y algunas necesidades han cambiado, pero la mayoría de las veces falta gestión y el servicio posventa no está al tanto. El mantenimiento no está activo y los residentes no se quejan, por lo que la administración no aprovecha. Los comerciantes y fabricantes se esfuerzan mucho en promover el problema, pero cuando se presentan para reparaciones, "no se puede localizar el teléfono". En última instancia, aún no se ha formado un mecanismo de gestión relativamente completo y vinculante para el establecimiento y funcionamiento de instalaciones viales.
Las instalaciones públicas están diseñadas para facilitar a las personas. Qué instalar y dónde instalar, esta es la primera guía. Ahora que las condiciones de vida de todos han mejorado, inevitablemente habrá demandas más diversificadas de instalaciones convenientes a nuestro alrededor. Necesitamos cuidarlas bien para poder hacer un buen trabajo. Por ejemplo, los armarios de carga también son “innecesarios”. Algunas personas no saben dónde está, otras no saben cómo escanear el código QR y otras lo encuentran demasiado lejos, por lo que tienen que “cada uno tiene sus propios trucos” para lidiar con él. Sobre esta base, se debe formar un conjunto de normas de gestión. Con qué frecuencia se deben inspeccionar las instalaciones, en qué medida se deben reemplazar, quién es responsable y quién pagará, dónde quejarse si se encuentran problemas y aclarar las responsabilidades de cada lugar para que la gestión no se salga de control.
Actualice iterativamente las instalaciones de conveniencia, pero tenga cuidado con los "tres minutos de entusiasmo". Ya sea usarlo, cómo administrarlo, cómo manejarlo de antemano, cómo terminarlo, ¿pueden todos tener una mayor sensación de ganancia?