¿Irías a un restaurante pequeño con mucha gente pero con mal ambiente?
Cada uno tiene su propio entorno de vida, pero en un mismo entorno de vida los hábitos de vida también son muy diferentes. No creo que iría a un restaurante pequeño con mal ambiente. No es un problema de mucha gente sino del entorno del comedor.
La gente que nunca ha comido en un pequeño restaurante con un ambiente pobre nunca entenderá lo que es un ambiente verdaderamente pobre. Hace unos días estuve trabajando en una fábrica porque el barrio era muy remoto. Sólo hay dos pequeños restaurantes donde se puede comer frente a la fábrica y están casi llenos todos los días, pero solo comí en cada uno de ellos una vez.
Quizás cueste imaginar lo sucia que está la cocina de este pequeño restaurante. Admito que mi casa no está tan limpia, pero la cocina de un pequeño restaurante como este está afuera, pero el dueño todavía usa manteles para limpiar los platos de los comensales y el agua de cocción está turbia a simple vista. Sentí ganas de vomitar.
Los dos pequeños restaurantes son indistinguibles y hay mucha gente todos los días, pero creo que esto es simplemente por impotencia. Si hubiera otras opciones, no vendría tanta gente a comer.
No iré a un restaurante pequeño con mucha gente pero sí mal ambiente. Creo que me he vuelto un poco sensible a esto. Esos años de experiencia laboral me provocaron una inexplicable aversión hacia los pequeños restaurantes. El llamado entorno hostil está lejos de lo que imaginábamos. Los restaurantes pequeños y corrientes, por muy llenos que estén, al menos parecen limpios e higiénicos, pero en un lugar con mal ambiente, nunca se sabe cuántas bacterias y parásitos se ha comido.
Solo había comido una vez y ver al jefe usando agua sucia para limpiar la cuchara de cocina realmente me hizo sentir un poco triste. Prefiero viajar dos kilómetros para comer en otro lugar que comer en estos dos restaurantes.
Algunos lugares no están muy limpios, pero al menos no ven el lado bueno. Al menos están fuera de la vista y fuera de la mente, pero ¿qué pasa con este pequeño restaurante?
Siempre hay muchas opciones en la vida. Si tuviera la opción, no creo que iría al lugar real para comer. Pero a veces la vida no tiene otra opción. Cuando no hay elección, creo que tengo que comer.
Todo el mundo busca una vida mejor. No quiero volver a comer en este lugar nunca más. Tal vez sea sólo mi pequeña búsqueda de una vida mejor.