¿A qué huele mamá?
Es uno de los recuerdos más difíciles de olvidar y del que desprenderse, especialmente la buena comida que comía cuando era niño. Después de muchos años, he probado la comida dulce, amarga y picante de todo el país. Lo que hace que la gente se sienta feliz y segura desde el fondo de su corazón es el sabor del hogar. ¿Siempre sientes que la comida en los restaurantes afuera siempre sabe igual? ¿Sientes que tus habilidades culinarias siempre son deficientes en comparación con las de tu madre? En nuestra adolescencia, aunque las cosas materiales no abundaban, nuestros atentos padres utilizaban su ingenio para elaborar diversas comidas exquisitas o sencillas. Desde bocadillos hasta platos que nunca te cansas de comer, esos sabores están grabados en tu corazón, haciendo que los días normales estén llenos de sabor y que el pasado siga siendo vívido. Comida puramente vegetariana
Carne picada salteada con col y soja.
Apio seco y algas secas.
Lufa al vapor con ajo
Col salteada con hongos
Cerdo desmenuzado salteado y piel desmenuzada
Arroz salvaje estofado en aceite
Chile verde salteado
Lechuga desmenuzada con aceite de cebolleta
Patatas salteadas, pimientos verdes y berenjenas
Pepino con cáscara de coco
Rodajas de raíz de loto salteadas
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Salsa de tomate al vapor
Chiles rallados, tofu fermentado y espinacas de agua
Rallados ternera taro
Sin carne, no hay felicidad
Costillas de cerdo al vapor en tempeh
Costillas de cerdo Boluo Gulu
Costillas de cerdo fritas de Shanghai
Albóndigas de ciruelas y verduras
Pastel de carne al vapor con setas y castañas de agua
Cerdo braseado de taro
Cerdo de cerdo