¿Alguna vez has preparado mal un plato y has acabado creando una nueva receta tú mismo?
El pasado Diwali, compré un paquete de mermelada en polvo ya preparada en una pequeña tienda cercana. Sin embargo, Jamun Mix es una marca famosa.
Amaso la masa, la meto en el frigorífico y salgo a caminar por la mañana. Después del desayuno hice las albóndigas y las freí como de costumbre. Inmediatamente me sorprendí. Las albóndigas se hincharon, como si les hubieran añadido demasiado polvo para hornear.
Se vuelven grandes y ligeras, y al ser absorbidas por el almíbar, se rompen en trozos blandos. Me quedé en shock y quise tirar la mezcla semilíquida. Pero esto es un gran desperdicio. Entonces quiero resolver este problema. ¿De qué me sirven mis 30 años de experiencia culinaria si no puedo resolver este problema?
Los golpeé a todos hasta dejarlos en un estado semisólido. Luego tuesta las almendras, las pasas y las semillas de calabaza en una sartén antiadherente con ghee. Déjalos a un lado.
En la misma sartén añadí la mermelada semisólida y el almíbar y cocí a fuego lento hasta que estuvieran medio cocidos. Cuando la mezcla se despega de los lados de la sartén, agrego dos cucharaditas de ghee, nueces fritas y pasas, además de una pizca de cardamomo en polvo. Colocar en un plato, enfriar y luego cortar en cubos.
Mi halovar fue un éxito y estaba delicioso. Pero no le dije a nadie cómo lo hice.
Entonces, la próxima vez que yalman salga mal, piensa en halwa, porque halwa requiere azúcar, ghee, aceite refinado, una base (en este caso, yalman frito) y nueces. Nuestra halwa es toda igual. Los alimentos comunes son el azúcar y el ghee, la base sola se puede convertir en cuscús, harina de trigo, zanahoria, remolacha, pan frito, puré de manzana, calabaza o cualquier mermelada frita!!!!
Creía que la posesión de alimentos era una abominación para quienes tenían dificultades para obtenerlos. Pero a través de este sombrío análisis brilla la creencia en el poder transformador del progreso científico y un sentido de urgencia por lograr un impacto. Pocas personas, y mucho menos los chefs, tienen tales ambiciones. "Cambiar el mundo no es fácil ni sencillo", escribe Cantú en las últimas líneas de su libro de cocina, "pero debemos ampliar nuestra imaginación y nunca olvidar que hemos pasado de ser cavernícolas a exploradores espaciales".