El consumo de alcohol entre los rusos ha disminuido significativamente. ¿Cuánto les gusta beber a los locales?
Todos sabemos que beber en exceso es perjudicial para la salud, pero este hecho no es cierto frente al pueblo ruso. Esta nación, conocida como la nación luchadora, no es rival para el alcohol y, para ser justos, es como la muerte. Además de las horas de trabajo normales, en las calles de Rusia se pueden ver vagabundos borrachos, porque en aquella época los rusos, sobre todo los hombres, estaban sentados a la mesa o de camino a beber. Los peligros del consumo excesivo de alcohol quedan ilustrados por el deterioro de la esperanza de vida en Rusia.
Al igual que otros países europeos, la constitución rusa metaboliza el alcohol lentamente en acetaldehído tóxico, que es menos dañino para el organismo. Ya sabes, el acetaldehído tóxico puede provocar resaca y otros efectos adversos. Por el contrario, este proceso es mucho más rápido para los japoneses y los chinos, y la mayoría de ellos no pueden beber demasiado.
Entonces, ¿por qué a los rusos les gusta beber? En primer lugar, es el clima de Rusia. El país está situado en latitudes altas, por lo que las temperaturas son muy bajas. En nuestro país, la aldea de Mohe, en el norte, ya es el lugar más frío, con la temperatura más baja alcanzando los -58 grados centígrados. Sin embargo, la temperatura más baja en Rusia alcanzó los 71,2 grados centígrados bajo cero. Con estas temperaturas, probablemente te congelarías si te quedaras afuera para recuperar el aliento, y no hay nada de malo en tomar una bebida para entrar en calor. En segundo lugar, también hay algunos factores de desarrollo político. En 1930, para industrializar directamente la Unión Soviética, Stalin aumentó el "impuesto tributario" a todos los agricultores, lo que requirió muchos fondos. Una fuente de impuestos tributos fueron las grandes ventas de vodka a las zonas rurales. Así, en cierto modo, el vodka se utilizó para extraer dinero de los campesinos para la industrialización, y a partir de entonces, aparecieron tabernas por todas partes de las ciudades y pueblos, lo que indirectamente sentó las bases de la adicción rusa al alcohol.
Los hombres rusos son adictos al alcohol. Se puede decir que mueren más personas por culpa del alcohol que por el agua. Mikhail Gorbachev prohibió el alcohol para ayudar a las personas a vivir más tiempo, y Vladimir Putin fue un paso más allá al elevar la edad de jubilación a 65 años.