¿Puede un bebé de dos años tomar sopa de tortuga?
El consumo habitual de tortugas de caparazón blando tiene un efecto muy nutritivo en el organismo.
Si la función gastrointestinal de tu bebé de dos años es normal y no hay otras anomalías, puedes comer algunas tortugas de caparazón blando con moderación.
Sin embargo, las tortugas pueden enfadarse fácilmente si comen demasiado, por lo que no es recomendable que los bebés coman demasiado o en exceso.
Aunque la tortuga de caparazón blando es nutritiva para el cuerpo, su naturaleza fría puede aumentar fácilmente la deficiencia de fuego.
Pero la función gastrointestinal de los bebés de dos años no es mejor que la de los adultos. La carne de tortuga contiene demasiado pegamento animal.
No se digiere ni absorbe fácilmente, por lo que comer demasiado también puede provocar indigestión en el bebé.
En definitiva, aunque la tortuga de caparazón blando es un alimento nutritivo, tiene un muy buen efecto nutritivo sobre la debilidad física.
Sin embargo, si quieres que lo coma un bebé de dos años, puedes comerlo de vez en cuando y no tratarlo como un alimento nutritivo diario.
Cuando tu bebé está desnutrido y tiene poco apetito, debe acudir al hospital para un examen detallado y tratar de no tomar suplementos a ciegas.