Las hojas de té apestarán cuando se derramen.
En primer lugar, debes entender que el té es una bebida que se elabora remojando las hojas de té. Su aroma y sabor provienen principalmente de los compuestos orgánicos y sustancias aromáticas de las hojas de té. Estos compuestos son fáciles de volatilizar a altas temperaturas, por lo que después de colocar las hojas de té en un termo durante un período de tiempo, el aroma y el sabor se irán perdiendo gradualmente.
Además, el peculiar olor del té se debe principalmente al crecimiento de bacterias en el té. Estas bacterias se multiplicarán en condiciones adecuadas de temperatura y humedad, provocando que el té se deteriore y produzca olor. Pero si el termo está bien sellado y las bacterias no pueden entrar y multiplicarse, entonces el té no necesariamente apestará.
Además, si la temperatura de las hojas de té se mantiene a una temperatura alta, la composición química de las hojas de té cambiará, las hojas de té se volverán amargas e incluso se producirán sustancias nocivas. Por ello, para mantener la calidad y el sabor del té, se recomienda beberlo en un corto periodo de tiempo y no dejarlo por mucho tiempo.
En definitiva, dejar el té en un termo durante unos meses no significa gran cosa. Si desea mantener la calidad y el sabor del té, se recomienda beberlo en un corto período de tiempo.