¿Por qué el vino blanco cambia de color? ¿Puedo beberlo todavía si está descolorido?
La apertura del vino puede estar determinada además por el aroma y el sabor, ya que si el vino está contaminado entonces su sabor y aroma se verán afectados. El vino blanco se vuelve marrón y eso no es necesariamente malo. Si abres una botella de vino blanco y hueles a fruta fresca, quizás tengas suerte y la botella sea potable. Sin embargo, si huele el olor a vinagre o siente un sabor amargo después de tomar un sorbo de vino, entonces la botella de vino se ha echado a perder y no se puede beber.
Las siguientes tres cosas pueden hacer que el vino blanco cambie de color:
1 Aire
Después de abrir el vino blanco, el oxígeno ingresa inmediatamente a la botella de vino y se convierte rápidamente en acetaldehído. El acetaldehído puede promover el deterioro del vino, cambiando así el color del vino, desarrollando el sabor y afectando el sabor original del vino blanco. El vino blanco se volverá marrón anaranjado después de la oxidación. En general, las botellas de vino abiertas son más susceptibles a la oxidación, pero la oxidación también puede ocurrir en una botella de vino sin abrir.
2 Encogimiento del corcho
El corcho también provoca la decoloración del vino blanco. El corcho se seca y se encoge. Originalmente, el vino debe estar en contacto con el corcho para asegurar la humedad del corcho. Si está demasiado seco, se encogerá y agrietará fácilmente, rompiendo el sello, acelerando así la oxidación y provocando contaminación oxidativa en el vino. Incluso un daño muy pequeño al corcho puede permitir que entre oxígeno en el vino, provocando que cambie el color del vino.
3 No almacenado en posición horizontal
El vino espumoso contiene una gran cantidad de gas dióxido de carbono. Estos gases se pueden separar del oxígeno, reduciendo en gran medida la tasa de oxidación. Por tanto, el vino espumoso se puede almacenar en posición vertical. Sin embargo, el vino blanco no está protegido por el dióxido de carbono. Por eso es mejor guardarlo en posición horizontal, con la etiqueta del vino hacia arriba. De esta forma, el vino permanece en contacto con el corcho, asegurando la humedad y elasticidad del corcho, evitando deterioro y cambios de color en el vino blanco.