¿Por qué no se pueden vender tampones en China?
En comparación con las toallas sanitarias calientes, húmedas y pegajosas, los tampones son mucho más cómodos de usar. Los tampones son columnas absorbentes pequeñas y compactas que absorben desde una fuente profunda en la vagina. Ahora hemos diseñado un catéter biónico de grado médico con "forma de botón" que es tan suave como perlas y tan difícil de empujar como los dedos del primer obstetra. Hoy en día, los catéteres urinarios son exquisitos y fáciles de colocar, y se reduce el área de contacto entre los tampones y el cuerpo. Son más refrescantes y transpirables, no gotean, son más cómodos de mover y no están restringidos por el vendaje. Los tampones son muy absorbentes y están empaquetados individualmente, por lo que no es necesario tocarlos con las manos al usarlos, lo que los hace más higiénicos y seguros.
¿Por qué tanta gente en nuestro país utiliza tampones tan buenos?
Creo que es principalmente nuestro concepto. En China, mucha gente habla del sexo como algo repugnante y piensa que no se debe hablar de él. Desde la clase de biología, cuando se trata de reproducción femenina, evitan hablar de ello. A muchas niñas les llegó la regla sin motivo aparente y les dijeron a sus madres que solían usar toallas sanitarias para sus hijos. Nadie parece haber preguntado por qué sólo hay toallas sanitarias y no hay otras opciones. En cuanto a esas cosas sobre la menstruación de las que también nos resulta difícil hablar, no entendemos en absoluto nuestro propio cuerpo, por lo que muchas personas saben orinar cuando conocen los tampones. Esta clase de biología no se imparte, pero también debes saber que la uretra y la vagina están separadas. En cuanto al complejo de virginidad, a todo el mundo todavía le preocupa si el tampón se romperá. Si se usa correctamente, no. El himen no es una membrana selladora y nuestros profesores de biología no lo han enseñado. ¿O nos da vergüenza escuchar?
Es precisamente por nuestra falta de comprensión de las partes privadas del cuerpo que no podemos aceptar el estrecho contacto entre los tampones y el cuerpo, y además desarrollamos una especie de rechazo. Creemos que si algo entra en una parte privada, está sucio. Cuando usamos tampones, no es necesario tocarlos con las manos. La sangre menstrual es absorbida directamente por los tampones, impidiendo el crecimiento de bacterias. En realidad es más higiénico.