Una tía de Shanghai salió con 20 hombres en un mes y les pidió comprar fruta y luego les devolvió el dinero en secreto. ¿Cómo debería caracterizarse su comportamiento?
Nada es difícil en el mundo, sólo se preocupan aquellos que están dispuestos a hacerlo. Una tía en Shanghai salió con 20 hombres en un mes. Les pidió que compraran fruta y luego les devolvió el dinero en secreto. Su comportamiento fue considerado fraude. La mujer conoció a los hombres en línea Cuando los dos se conocieron por primera vez, la mujer invitó a los hombres a sentarse en su casa y se ofreció a comprar algo de fruta en el camino. Al comprar frutas en una frutería, las mujeres se especializan en comprar frutas caras.
El hombre que viajaba conmigo estaba demasiado avergonzado para negarse, así que pagó la cuenta. Después, la mujer dijo que se iba y que dejaría la fruta en la tienda un rato antes de volver a recogerla. La mujer salió con más de 20 hombres, cada vez usando esta rutina, hasta que conoció a un hombre que usaba la misma rutina. El hombre sintió que algo andaba mal y llamó a la policía. Después de realizar vigilancia, la policía descubrió que la mujer solía llevar al hombre de mediana edad a la frutería para comprar frutas de alta gama.
Después de comprar la fruta, fue directamente a la tienda a reembolsar el dinero sin llevarlo a casa. Utilizó este método para retirar el dinero. La investigación policial encontró que la mujer utilizó la misma técnica para defraudar a muchas personas de mediana edad y ancianos en un mes, y el monto del fraude llegó a 7.000 yuanes. La mujer es sospechosa de fraude y debe ser castigada según la ley. La mujer ya es muy mayor. Si no tiene dinero, puede cuidar a sus hijos en lugar de engañar al dinero de esta manera. Su comportamiento constituyó fraude y se enfrentaba a penas de cárcel.
Esta mujer ha cometido muchos fraudes, por valor de 7.000 yuanes. La naturaleza del fraude es muy mala. No sólo tiene que soportar penas de cárcel, sino que también tiene que pintar de negro los rostros de sus hijos. La frutería también tiene ciertas responsabilidades, sabiendo que la mujer estaba involucrada en actividades fraudulentas, aun así le brindó ayuda. La frutería también es cómplice y debe asumir ciertas responsabilidades. Si el dueño de la frutería fuera un vendedor concienzudo, le habría advertido al hombre que la acompañaba que prestara atención, en lugar de ayudar a la mujer a hacer trampa.