¿Puedo comprar salmón y cocinarlo en casa?
Cosas a tener en cuenta a la hora de elegir salmón. La mayor parte del salmón que se vende en las tiendas de alimentación japonesa se elabora como sashimi para consumo directo, por lo que la calidad del salmón en sí determinará directamente la calidad del plato. Tenga cuidado al comprar salmón usted mismo para evitar comprar pescado rancio y de baja calidad.
A la hora de elegir salmón, puedes juzgar si el pescado está fresco mirando sus ojos y branquias. Si el salmón está fresco, las pupilas de los ojos del pez serán oscuras y muy brillantes. Las branquias son de color rojo brillante con moco rojo. En el salmón rancio, los ojos son opacos y las branquias negras. Salmón fresco con piel blanca y negra y escamas plateadas brillantes. La textura del pescado es muy clara y el color es brillante y brillante; el color del pescado rancio es opaco.
Además, el salmón fresco es relativamente firme y elástico, mientras que el salmón rancio es relativamente suelto y elástico, y huele mucho a pescado.
El salmón es una práctica habitual. Al preparar su propio salmón, trate de evitar el sashimi sentado, ya que una manipulación inadecuada puede provocar fácilmente molestias gastrointestinales y los alimentos cocinados son más adecuados para el consumo familiar.
Salmón a la plancha: La carne de salmón está riquísima. Simplemente sazonado y delicioso. Primero espolvoree una cantidad adecuada de pimienta sobre el salmón, luego vierta el condimento mezclado con azúcar moreno, salsa de soja y agua tibia, luego coloque el salmón en el refrigerador y déjelo enfriar durante unas dos horas, luego póngalo en el horno y hornee; a 180 grados durante 20 minutos.
Salmón frito: Primero limpiar el salmón, luego cortarlo en rodajas de aproximadamente un centímetro de grosor, añadir a la olla una cantidad adecuada de aceite de oliva, calentarlo, añadir el salmón, freír por un lado hasta que quede bien. sólido, luego darle la vuelta y freír nuevamente. No freír por mucho tiempo, unos 30 segundos por lado. Después de freír por ambos lados, ponerlo en un plato, espolvorear con la cantidad adecuada de sal y salsa y servir.