Introducción a la cocina central
La mayor ventaja de la cocina central es lograr platos de alta calidad y bajo precio mediante adquisiciones centralizadas a gran escala y producción intensiva. A medida que aumenta la demanda, los volúmenes de compra aumentan significativamente. Para reducir los riesgos para la seguridad alimentaria y formar un modelo de operación intensivo y estandarizado, los requisitos para la adquisición de materias primas en las cocinas centrales también aumentan constantemente. Las materias primas de marca no sólo garantizan un suministro estable, sino que un buen sistema logístico también puede garantizar mejor la frescura y seguridad de las materias primas. La adquisición centralizada brindará oportunidades para un mayor desarrollo de las cocinas centrales.
Para garantizar la estabilidad de la calidad de las materias primas, la mejor manera para la cocina central es establecer una base de materia prima o designar una empresa suministradora de marca. Tenemos nuestra propia base de producción y fabricantes profesionales de materias primas. Solo cuando las materias primas y auxiliares cumplen con las especificaciones podemos garantizar una calidad constante y estable del producto. La cocina central tiene estrictos estándares de control desde la obtención hasta el procesamiento, e incluso cuenta con regulaciones específicas sobre el grado de congelación de las materias primas y la proporción de hueso y carne en las costillas. Para algunos productos especiales, se pueden designar fabricantes para su personalización. Debido al gran volumen de compras, la cocina central puede elaborar regulaciones integrales sobre las especificaciones, estándares, requisitos de calidad, métodos de distribución, etc. de las materias primas para garantizar la frescura y calidad de las materias primas y brindar una garantía temprana para la producción de uniformes y platos de alta calidad.
La contratación intensiva tiene un papel evidente en la promoción del desarrollo de la industrialización de la restauración, y la cooperación entre empresas es mutuamente beneficiosa. También aporta reducción de costes y mejora de la competitividad del mercado a la cocina central. Por un lado, está el coste de las materias primas. La cocina central reduce los eslabones intermedios mediante compras a gran escala, dando a los productos una ventaja de precio. El procesamiento centralizado mejora la capacidad de utilización integral de las materias primas, y los materiales sobrantes se pueden reutilizar mediante el reprocesamiento, lo que reduce el desperdicio y, por lo tanto, reduce los costos. Por otro lado está el coste de los recursos humanos. La instalación de una cocina central permite a las empresas reducir el área de cocina o cancelar sus propias cocinas, lo que no solo puede mejorar el medio ambiente, sino también ampliar el área de las tiendas de primera línea y reducir el número de personal de mantenimiento. Por ejemplo, antes de que una cadena de restaurantes establezca una cocina central, cada sucursal debe tener al menos 8 personas en la cocina. Por ejemplo, se necesitan 80 personas para abrir 10 sucursales. En la cocina central trabajan unos 30 empleados y, en promedio, visitan todas las tiendas. Sólo hay entre 4 y 5 personas trabajando en la cocina de una sola cadena de tiendas, lo que efectivamente ahorra costos de recursos humanos.
Establecer una cocina central para unificar la adquisición, el procesamiento y la distribución de materias primas, simplificar las complejas operaciones de procesamiento primario, simplificar los puestos operativos y profesionalizar los procedimientos ayudará a mejorar el nivel de estandarización e industrialización de la industria de la restauración. es la realización de la industria de la restauración Condiciones necesarias para operaciones estandarizadas. Sólo así podremos producir economías de escala en una determinada escala, socializar el trabajo de cocina doméstico y garantizar de forma más científica la seguridad de las mesas de los ciudadanos.