¿Por qué incluso pequeñas cantidades de vino tinto, vino blanco o cerveza aumentan el riesgo de cáncer?
Algunos cánceres están especialmente relacionados con el alcohol: cáncer de mama, colon, recto e hígado, así como cáncer de boca y esófago. Un estudio reciente en ratones arroja luz sobre cómo el alcohol causa cáncer. Cuando el cuerpo procesa el alcohol, lo convierte en acetaldehído, una sustancia altamente tóxica y carcinógena conocida.
El acetaldehído daña permanentemente el ADN de las células madre sanguíneas, provocando reordenamientos cromosómicos y cambios permanentes en las secuencias genéticas. El ADN dañado puede causar cáncer. Pero el daño al ADN no es la única razón por la que el alcohol causa cáncer. El alcohol también causa estrés oxidativo, que daña nuestro cuerpo y puede afectar la capacidad de una persona para absorber los nutrientes de los alimentos. Además, aumenta el estrógeno, una hormona sexual femenina relacionada con el cáncer de mama.
Pero parece que los riesgos de beber no son inamovibles. Algunos bebedores empedernidos nunca desarrollan cáncer, mientras que los bebedores leves a moderados a veces terminan desarrollando cánceres relacionados con el alcohol. Los investigadores creen que esto puede estar influenciado por diferencias genéticas que determinan cómo nuestros cuerpos descomponen el alcohol.
Por ejemplo, las personas de ascendencia asiática oriental pueden portar una enzima muy activa llamada alcohol deshidrogenasa (ADH), que acelera la conversión de alcohol en acetaldehído, que se ha relacionado con el cáncer. Los japoneses que portan esta enzima tienen una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de páncreas.
Otra enzima llamada acetaldehído deshidrogenasa 2 ayuda a convertir el acetaldehído tóxico en sustancias no tóxicas. Pero algunas personas, especialmente aquellas de ascendencia asiática oriental, portan el gen defectuoso. Entonces, cuando beben alcohol, el acetaldehído se acumula en sus cuerpos. Los alcohólicos con defectos en esta enzima tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de esófago, así como cánceres de cabeza y cuello.