Durante la epidemia, ¿cuáles fueron los momentos conmovedores que le provocaron dolor de nariz?
Recientemente existe un grupo de personas así en Shanghai. Una persona puede levantar la cantidad de comida de un edificio. Son los hermanitos que todavía insisten en entregar comida a todos en momentos especiales. Después del cierre de la comunidad, todos comenzaron a comprar alimentos en línea. Es difícil para los compradores de comestibles comprar alimentos y es igualmente difícil entregárselos a mi hermano pequeño. Sus coches tienen muchos ingredientes. Independientemente del riesgo de epidemia, dependen de un ciclomotor para recorrer las principales comunidades y rincones de la ciudad, contribuyendo silenciosamente con sus propios esfuerzos para garantizar que las vidas de los residentes no se vean afectadas.
Estas personas también tienen sus propias familias y parientes, pero corren riesgos desesperados no sólo para mantener a sus familias, sino también para asumir sus propias responsabilidades sociales. Todo trabajo, sin importar el nivel, necesita que alguien lo haga, especialmente durante una pandemia. Este tipo de trabajo no sólo aumenta el riesgo de infección, sino que también crea un fuerte contraste entre la figura ocupada y la vida estancada de los residentes, lo que entristece a la gente. En silencio deseo a estos repartidores que transitan por las calles seguridad y descanso.
Durante la epidemia, algunos trabajadores médicos de apoyo escribirán sus nombres y de dónde son en sus uniformes antiepidémicos para que las personas que viajan con ellos puedan identificarse entre sí. Algunos también escribirán sus propios deseos. Entre los muchos deseos, "Quiero volver a casa" es el más escrito. Al ver a estos ángeles vestidos de blanco luchando en el frente día y noche, al ver sus deseos más simples y sinceros, realmente siento dolor en la nariz. Debido a su trabajo, dejan atrás a sus familias para proteger a todos. Cada vez que parten, dejan atrás a sus familias. Todavía hay gente en casa esperándolos, pero por la salud y la seguridad de todos, tienen que dejar a sus familias atrás.
"Envíe ayuda en momentos de necesidad y proporcione alimentos durante la epidemia". Es difícil comprar alimentos durante el período de aislamiento epidémico. Una pareja de ancianos de Shanghai recogió verduras de su jardín y se las regaló a sus vecinos, que no las compraron. Como dice el refrán, los parientes lejanos no son tan buenos como los vecinos cercanos. En un momento especial como la epidemia, los vecinos se sienten más como miembros de la familia.
Estos platos no suelen parecer tan preciosos, pero cuando la epidemia es grave y los suministros escasean, la generosidad de los demás es como "enviar plumas de ganso a miles de kilómetros de distancia, obsequios ligeros pero mucho afecto". En la prueba de la epidemia, vimos la ayuda y la sinceridad entre vecinos a través de estos detalles y sentimos mucho calor en nuestros corazones.
Bajo el bloqueo de la epidemia, muchas personas se apegan a sus puestos y brindan ayuda a más personas. Sólo estos momentos conmovedores dan fuerza a las personas, y estas acciones conmovedoras nos dan la confianza de que todo estará bien.