¿Puedes hacer una tortilla con una mini cocina?
Esto puede parecer obvio, pero a medida que nuestras vidas se vuelven cada vez más ocupadas, comer en familia es una de las primeras cosas que debemos hacer. Asegúrese de sentarse a cenar (o almorzar o desayunar), reducir el ritmo y disfrutar del tiempo con su familia. Los estudios muestran que los niños que comen con sus familias comen más frutas, verduras y calcio, y comen menos refrigerios procesados. Suelen tener mejores resultados en la escuela y es menos probable que se sientan deprimidos. Sí, las comidas familiares son algo poderoso.
Los alimentos que almacenas en tu cocina pueden influir en las elecciones alimentarias de tu hijo. Opte por bocadillos súper procesados en colores e ingredientes neón para no descartar su lista de alimentos. En su lugar, llene su carrito de compras con frutas y verduras, especialmente alimentos portátiles para niños como manzanas, plátanos y zanahorias. Otros refrigerios saludables incluyen mango congelado, yogur y fruta, mantequilla de maní y apio naturales, galletas integrales y queso. Elija agua o leche en lugar de refrescos para reducir el azúcar agregada. Permita que sus hijos participen en las compras y déjeles que le ayuden a cocinar. Cuanto más involucrados están en la cocina, más interesados están en probar las cosas que ayudan a crear. Permítales elegir sus propios refrigerios, algunas opciones saludables les ayudarán a comer estos refrigerios en lugar de los que no son saludables.
Se pueden utilizar algunas estrategias creativas para garantizar que los niños obtengan suficiente calcio. Agregue queso a las comidas y refrigerios: agregue queso cheddar a los rollitos de huevo; agregue una rebanada de queso a los sándwiches; haga mini pizzas con salsa para pizza y mozzarella; use cortadores de galletas para hacer sándwiches de queso asado y cree formas divertidas.
Coloca verduras y frutas en una deliciosa salsa para hacer el almuerzo más interesante. Sirva rodajas de manzana con yogur o mantequilla de maní; palitos de zanahoria con hummus y palitos de pepino con forraje.
Si estás comiendo una bolsa de patatas fritas, no esperes que tus hijos coman sus verduras. Sea un modelo a seguir y enseñe a sus hijos a tomar decisiones equilibradas. Ven más de lo que piensas. Antes de que te des cuenta, es posible que estés compartiendo tu batido verde y ensalada de quinua con tus hijos.