Los perros pueden empezar a comer snacks para mascotas, como pollo, jamón y snacks para limpieza dental, en unos pocos meses.
A la hora de darles snacks, hay que tener cuidado de no darles demasiada cantidad. Utilice golosinas como recompensa durante el entrenamiento u ocasionalmente. Si se les alimenta con frecuencia, son fácilmente quisquillosos con la comida y ya no les gusta comer comida para perros. Los snacks son mucho menos nutritivos que la comida para perros, por lo que no pueden sustituir la comida para perros.
Datos ampliados:
1. Snacks de chicle. Los snacks masticables están hechos principalmente de piel de cerdo o de vaca, que es muy dura. Si alimentas a tu perro con regularidad, podrás rechinar los dientes para pasar el tiempo y no destruirás ni morderás cosas en casa.
2. Snacks para rechinar los dientes. Como varillas para moler y moler galletas. La función principal de estos snacks es ayudarles a rechinar los dientes y eliminar la placa y el sarro de los dientes. Aunque sus dueños se cepillan los dientes con frecuencia, ellos limpian eficazmente sus dientes y boca. Mediante la masticación y la fricción, pueden eliminar el sarro y la placa de forma más completa.
3. Snacks de carne. Parte de la carne se deshuesa, se deshidrata y se seca para convertirla en bocadillos para perros. Los más comunes incluyen cecina de pollo, cecina de res y cecina de cerdo, que son deliciosas y deliciosas, y a muchos perros les gustan. Sin embargo, no puedes comprar muchos de estos bocadillos de carne a la vez, porque no se les agregan conservantes, no se pueden almacenar por mucho tiempo y se deterioran fácilmente.
4. Snacks de huesos como costillas de ternera o huesos crujientes de ternera. Generalmente, este tipo de snacks se elaboran en casa, y el proceso es muy sencillo. Primero ve al mercado a comprar unos tendones de res o huesos crujientes, límpialos, córtalos en trozos pequeños, luego cocínalos y sécalos. Los huesos son ricos en calcio. Comerlo regularmente puede complementar el calcio y fortalecer los dientes.