Las manitas de cerdo pueden complementar el colágeno y reducir las arrugas. ¿Sabes cómo hacerlo?
Las pezuñas son ricas en nutrientes y deliciosas. Contienen más proteínas, grasas y proteínas, son ricos en nutrientes como calcio, hierro, magnesio y fósforo, y también contienen vitaminas D, D y E. El colágeno contenido en las manitas de cerdo también producirá varios oligoelementos después de su disolución. Además, el colágeno de las patas de cerdo puede favorecer el crecimiento del cabello y las uñas.
Las patas de cerdo son la comida favorita de todos. Aunque también es parte del cerdo, no es tan grasoso como otras partes del cerdo cuando se come en la boca, pero hace que la gente se sienta más deliciosa. Es un alimento muy común, pero tiene muchos beneficios poco conocidos y juega un papel considerable en la salud humana.
Las manitas de cerdo son ricas en colágeno, que tras la cocción se convierte en gelatina. Sin embargo, tras ingerir estas sustancias, la función de almacenamiento de agua en nuestro organismo puede mejorar enormemente, previniendo eficazmente las arrugas y haciendo que la piel luzca más elástica, retrasando así el envejecimiento.
Ingredientes para manitas de cerdo estofadas: manitas de cerdo, salsa de soja estofada, vino de arroz, azúcar de roca, rodajas de jengibre, sal, aceite, pimienta blanca, anís estrellado y pimienta de Sichuan en grano.
Método: 1. Una vez cocidas las patas de cerdo, prepare té y ráspelas con cuidado. Córtalo en trozos pequeños. Hervir agua en una olla. Después de hervir, poner en la olla las manitas de cerdo picadas, retirar y escurrir. Cortar el jengibre. Cortar el jengibre.
2. El wok consume aceite y el aceite se quema. Sofreír el azúcar de roca viejo hasta que se derrita, sofreír las manitas de cerdo. Agregue rodajas de jengibre y pimienta a la mitad, saltee hasta que la piel de las manitas de cerdo se ponga amarilla y se arrugue, y el color del azúcar frito del azúcar de roca viejo cubra las manitas de cerdo. Agrega suficiente agua, estofado, vino de arroz, pimienta blanca, anís estrellado y sal, tapa y cocina a fuego lento. Cocine a fuego alto hasta que los huesos estén tiernos y el jugo se haya secado.