Casi hice algo que era inconsistente con esas cosas sobre el maestro y la niñera.
Aunque la niñera ya se ha mudado de nuestra casa, ahora debería tener otros trabajos. Admito que la niñera nos ayudó mucho a mi esposa y a mí durante este tiempo en nuestra casa, pero también me hizo casi meterme en problemas y casi hacer algo desviado.
Nunca olvidaré el momento en que mi esposa estaba enferma. A menudo me encontraba con la niñera sola en la habitación y me preguntaba qué estaba haciendo.
Pero seguí fingiendo no saber qué hacía la niñera escondida en la habitación. Me parece que esta es su vida privada y muy reservada. Como empleador, no puedo interferir, siempre y cuando no afecte su trabajo.
Oh, se me olvidó presentarme. Tengo 46 años y una carrera exitosa. En los últimos años, gracias a mis propios esfuerzos, me he convertido gradualmente en una figura importante de la empresa.
Mi esposa y yo hemos tenido una buena relación a lo largo de los años. No soy ese tipo de persona. Tengo una carrera exitosa y olvidaré a mi mala esposa cuando me haga rico. Realmente no es fácil ver a mi esposa pasar por altibajos con ella a lo largo de los años.
Así que he estado tratando de darle la mejor vida y hacer que sus amigos la tengan envidia. Lo más importante es que mi esposa no goza de buena salud, por eso siempre trato de quedarme con ella después del trabajo. No sé si mis sentimientos por ella son amor o deber, pero ¿cuál es la diferencia?
Veo eso mucho en los negocios. Cada vez que veo a un hombre que le es infiel a su mujer y busca una amante, admito que no me quedo impasible. Pero cada vez mi yo racional me dice que esto es imposible.