Algunas personas dicen que la carne roja es mala para el cuerpo y es cancerígena. ¿Es esto cierto?
Carne roja, término farmacológico, se refiere a la carne que aparece de color rojo brillante antes de cocinarla. La carne de mamíferos de cuatro patas, ya sean salvajes o criados, se clasifica en carnes rojas, crudas de cerdo, ternera, cordero, conejo, etc. Esta carne es de color rojo brillante porque contiene más tejido muscular de contracción lenta, troponina y hemoglobina.
Según investigaciones científicas, comer demasiada carne roja y una ingesta elevada de ácidos grasos saturados puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Después de que todos comen carne roja, el nutriente carnitina que contiene se convierte en una estructura molecular que promueve el endurecimiento de los vasos sanguíneos y la producción de sangre bajo la acción de los microorganismos intestinales. TMAO, la sustancia intermedia es la estructura molecular de butil betaína γBB.
Según los hallazgos de la secuenciación de alto rendimiento, cuatro tipos de ADN en los microorganismos intestinales son los principales factores en la transformación del OTMA. La velocidad de evolución de este ADN está significativamente relacionada con la ingesta de carne roja y. el nivel de TMAO en la sangre. Esta propiedad es un objetivo terapéutico potencial.
Ha habido mucha discusión sobre la carne roja después de que fuera añadida a la lista de posibles cancerígenos. Un metaanálisis de varios estudios científicos muestra que comer mucha carne roja y productos cárnicos elaborados aumenta el riesgo de cáncer de recto, mientras que una dieta vegetariana o comer menos carne reduce el riesgo de cáncer de recto. En 2018, se publicó en el International Journal of Cancer Research una tesis de graduación realizada por expertos y académicos británicos. En el estudio científico participaron 32.147 mujeres de entre 35 y 69 años. Los resultados mostraron que las personas que consumían más de 50 gramos de carne roja y más de 20 gramos de carne procesada tenían un riesgo mayor de complicaciones por cáncer colorrectal.
Las personas que comen carne pueden sentirse tristes y sentir que la vida sin carne perderá mucho sentido. La correlación no es inevitable. Puedes comer carne roja, pero hay que limitar su ingesta. Comer carne con moderación es una parte importante de una dieta sana y equilibrada. La carne aporta proteínas y micronutrientes de alta calidad. Las pautas dietéticas recomiendan no consumir más de 50 gramos de carne roja al día y controlar estrictamente la ingesta de carnes procesadas. La carne procesada contiene hidrocarburos aromáticos policíclicos, que forman aminas heterocíclicas cuando se calientan, lo que puede causar daños y deformidades en el ADN e inducir cáncer.