Auténtica receta de patas de pollo con maracuyá y limón
Cómo hacerlo
Limpiar las patas de pollo.
Antes de comprar, lavar las patas de pollo y quitarles todas las uñas. Si las patas de pollo son más grandes, puedes cortarlas en solo dos o tres trozos, lo que resulta más delicioso y cómodo de comer.
Blanquear las patas de pollo para quitar el olor a pescado y cocinarlas bien. El agua helada es el secreto.
Vierte las patas de pollo procesadas en la olla, agrega mucha agua, una cantidad adecuada de rodajas de jengibre y vino de cocción, y cocina a fuego alto hasta que estén cocidas. Cocine durante unos diez minutos y pruebe si está tierno pinchándolo con un palillo. No lo cocines demasiado blando, de lo contrario no tendrá un sabor masticable. Después de cocinarlas, saca las patas de pollo y enjuágalas directamente bajo el grifo. Durante el proceso de lavado, la temperatura de las patas de pollo también cambiará de caliente a fría. Después del lavado, remójelos en agua hirviendo con hielo durante 30 minutos. Este paso es el secreto para que tus pies sepan mejor. Por favor recuérdalo.
Cortar los ingredientes y hacer una salsa.
Lavar y picar todos los pimientos rojos, pimientos verdes, pimientos mijo, chalotas, ajos, jengibre y cilantro. Lavar el limón, cortarlo por la mitad, exprimir el jugo de limón y sacar la pulpa de maracuyá con una cuchara. Podrías quemarte los ojos al cortar cebollas. Cuando todo esté listo, poner todos estos ingredientes en un bol grande, agregar las cantidades adecuadas de sal, salsa de soja, azúcar de roca y vinagre blanco, remover uniformemente y la apetitosa salsa agridulce estará lista.
Remojar las patas de pollo en la salsa.
Saca las patas de pollo cocidas del agua con hielo, escurre el agua, añade la salsa y revuelve uniformemente. Quedará delicioso después de reposar a temperatura ambiente durante 3 horas. Puedes revolverlo varias veces durante este período. También puedes sellarlo con film transparente y meterlo en el frigorífico.