A veces veo japoneses que tienen fiebre ponen huevos crudos en cerveza y la beben. ¿Es esto eficaz para reducir la fiebre?
No, y es perjudicial.
Los huevos crudos no sólo no son beneficiosos para el cuerpo humano, sino que además tienen los siguientes efectos adversos:
1. Comer huevos crudos puede provocar fácilmente una deficiencia de biotina.
Esto se debe a que las claras de huevo crudas contienen una proteína llamada avidina que es dañina para el cuerpo humano. Esta proteína puede combinarse estrechamente con la biotina y otras sustancias en el intestino para formar un complejo estable e inactivo, dificultando así la absorción de biotina. La biotina es una vitamina soluble en agua y una coenzima de la carboxilasa en el cuerpo humano, que participa en la reacción de fijación y carboxilación del dióxido de carbono. Si consume una gran cantidad de clara de huevo cruda, puede sufrir una deficiencia de biotina, que puede manifestarse como fatiga general, reacciones alérgicas, dermatitis por caspa, desprendimiento de células epiteliales escamosas en los labios y otros síntomas. Si se calienta, la avidina de la clara del huevo se destruye y ya no obstaculizará la absorción de biotina.
2. Cuando se comen huevos crudos, la proteína es difícil de digerir y absorber.
Debido a que la estructura proteica de los huevos crudos es densa, las enzimas proteolíticas del tracto gastrointestinal no la hidrolizan fácilmente. Los huevos crudos contienen antitripsina que inhibe la hidrólisis de las proteínas alimentarias por la tripsina. Además, los huevos crudos son un objeto de mucílago semilíquido que permanece en el tracto gastrointestinal durante un corto tiempo. La mayor parte de las proteínas y otros nutrientes de los huevos crudos se desperdician debido a una digestión y absorción incompletas. Después de calentar los huevos, la estructura proteica originalmente densa se vuelve suelta e irregular debido a la rotura de ciertos enlaces químicos no valentes dentro de la molécula, como enlaces de hidrógeno, enlaces salinos, enlaces hidrofóbicos, etc. Es decir, la proteína se desnaturaliza. Esto facilita que las enzimas proteolíticas catalicen su hidrólisis. Al mismo tiempo, debido a que la antitripsina se desnaturaliza con el calor, ya no inhibirá la tripsina. Este último puede descomponer enzimáticamente varias moléculas de proteínas en péptidos de moléculas pequeñas e incluso aminoácidos para su absorción y utilización.
3. Comer huevos crudos puede aumentar la carga sobre el hígado.
Escherichia coli pudrirá una gran cantidad de proteínas no digeridas en la parte inferior del intestino grueso, produciendo más sustancias tóxicas como aminas, fenoles, amoníaco, e indol, sulfuro de hidrógeno, etc. Aunque algunas de estas sustancias tóxicas se excretan con las heces, una parte considerable es absorbida por los intestinos y ingresa al hígado a través de la vena porta, donde es desintoxicada por el hígado. Si una persona que come huevos crudos ya tiene daño hepático, puede producirse una intoxicación debido al aumento de la carga sobre el hígado, con síntomas como dolor de cabeza, mareos e incluso descenso o aumento de la presión arterial. Cuando los huevos se cocinan y se comen, normalmente alrededor del 95% de la proteína se puede digerir y absorber. De esta manera se reducen considerablemente las sustancias tóxicas producidas en el intestino grueso y se aligera relativamente la carga sobre el hígado.
4. Comer huevos crudos puede provocar fácilmente enteritis.
La cáscara del huevo parece casi hermética a simple vista y no deja pasar nada. Pero bajo el microscopio, la cáscara está llena de pequeños poros, cuyo diámetro es decenas o incluso cientos de veces mayor que el de las bacterias patógenas. Por lo tanto, una vez puestos los huevos, inevitablemente invadirán algunos patógenos (como la salmonella, etc.). Si ingiere huevos crudos contaminados con patógenos, puede producirse gastroenteritis aguda, que se manifiesta como escalofríos y fiebre, náuseas y vómitos, dolor abdominal y diarrea. Después de calentar los huevos, los patógenos han sido eliminados y los síntomas gastrointestinales no aparecerán.
5. Comer huevos crudos puede provocar pérdida de apetito e indigestión. Esto se debe a que los huevos crudos tienen un olor especial a pescado, que puede inhibir el sistema nervioso central y reducir la secreción de jugos digestivos.
De lo anterior se puede ver que cuando una persona tiene fiebre, el cuerpo humano está infectado por gérmenes. En este momento, la inmunidad del cuerpo humano es muy baja, por ejemplo, al comer huevos crudos y beber. El alcohol en este momento empeorará la enfermedad, lo cual es contraproducente.