¿Es mejor usar almidón o bicarbonato de sodio para lavar las uvas? La forma correcta de lavar las uvas.
Aunque las uvas están deliciosas, hay otro problema que molesta a muchas personas y es el lavado de las uvas. Las uvas de hoy están muy sucias, con residuos de pesticidas, telarañas, bichos, mocos, etc. Debes lavarlo bien para que sea seguro comerlo. Pero lidiar con esto es problemático.
Algunas personas son demasiado perezosas para lavarlos limpiamente y otras quieren lavarlos limpiamente, pero no conocen el método de limpieza correcto. Algunas personas lo lavan con sal y otras le ponen un poco de almidón. De hecho, estas prácticas no sólo no pueden limpiar las uvas, sino que también afectarán la textura y el sabor de las uvas.
¿Es mejor utilizar almidón o bicarbonato de sodio para lavar las uvas?
El almidón es bueno para lavar las uvas y es más común que el bicarbonato de sodio. Debido a que el almidón es una partícula fina, también tiene capacidad de adsorción. Después de poner el almidón en agua limpia y agitarlo uniformemente, obtendrá un líquido viscoso que puede eliminar el polvo de las uvas y luego enjuagarlo con agua limpia.
¿Debo utilizar harina o bicarbonato para lavar las uvas?
Los principales componentes del almidón son el almidón y las proteínas. Cuando se disuelven en agua, forman una solución viscosa que puede absorber mejor la suciedad de las uvas. Debido a que las partículas de almidón son más finas y pegajosas que las de harina, son mucho mejores que la harina.
El primer paso es dividir las uvas una a una.
Primero separe los racimos de uva uno a uno para facilitar la limpieza. No elijas directamente con las manos. Esto dejará un pequeño agujero en las uvas por donde podrá penetrar la suciedad. Utilice unas tijeras para cortar lentamente la unión entre el tallo de la uva y la fruta. Tenga cuidado de no cortar la piel.
El segundo paso es ponerlo en la olla y añadir bicarbonato y agua.
Colocar las uvas en la olla, añadir agua y enjuagar varias veces. Luego agrega una cucharada de bicarbonato de sodio, revuelve bien y déjalo en remojo durante 5 minutos. El bicarbonato de sodio puede repeler insectos, neutralizar los residuos de pesticidas, no tiene olor y no deja ningún olor en las uvas.
El tercer paso es remojar y remover.
Después del remojo, vierte el agua y añade agua fresca. Luego agregue un poco de almidón al recipiente y revuelva por un rato. La razón para agregar almidón es simple. Debido a que las partículas de almidón son muy finas, tienen una fuerte capacidad de adsorción, equivalente a la del carbón activado.
El cuarto paso es la limpieza.
Basta con enjuagar las uvas con agua unas cuantas veces. En este momento comprobarás que todas las uvas están limpias, sin suciedad ni olor, y podrás comerlas con confianza.