¿Qué debo hacer si mi frecuencia cardíaca fetal es baja a las 30 semanas de embarazo?
La frecuencia cardíaca fetal normal fluctúa entre 110-160 latidos/min a las 30 semanas de embarazo, pero esto sólo refleja los cambios en la frecuencia cardíaca fetal en un minuto. feto en el útero, debe combinarlo con la monitorización de la frecuencia cardíaca fetal, que describe los cambios en la frecuencia cardíaca fetal en 20 minutos y la aceleración de la frecuencia cardíaca fetal durante el movimiento fetal para estimar inicialmente la capacidad de reserva fetal. También se puede combinar con el recuento de movimientos fetales de 12 horas para comprender aproximadamente si el feto tiene hipoxia intrauterina.
Precauciones dietéticas al final del embarazo:
En el tercer trimestre del embarazo, las mujeres embarazadas entran en la etapa de sprint final y el almacenamiento de nutrientes es particularmente importante para las mujeres embarazadas. Una dieta segura, saludable y razonable es un requisito previo necesario para el nacimiento sano del feto. Combinado con las características nutricionales del tercer trimestre, se deben realizar los ajustes correspondientes en función de la dieta del segundo trimestre.
1. Requisitos dietéticos diversificados: al final del embarazo, las mujeres embarazadas no solo necesitan complementar las calorías, sino también prestar atención al suplemento de proteínas de alta calidad, hierro, calcio, vitaminas y otros nutrientes. Puede adoptar un patrón dietético de comidas pequeñas y frecuentes todos los días. Puede aumentarse a más de 5 comidas al día. Nunca tomes una gran cantidad de suplementos para evitar la obesidad excesiva y la macrosomía (las mujeres embarazadas no deben ganar más de 15 kilogramos de peso durante el embarazo).
2. Complemente cantidades adecuadas de calcio y hierro para ayudar a que los dientes y huesos del feto se calcifiquen bien y prevengan la anemia en las mujeres embarazadas. Puede comer más algas marinas, camarones, sésamo, hígado de animal y huevos. , pescado, etc
3. Aumentar la ingesta de proteínas de origen vegetal, como frijoles y productos de soja.
4. Reducir la ingesta de alimentos con alto contenido en azúcar, como frutas, azúcar, miel, etc., para evitar que el feto crezca demasiado y afecte el buen parto.
5. Consuma más alimentos de alto valor nutricional y de tamaño pequeño, como alimentos de origen animal; coma menos alimentos de bajo valor nutricional y de gran tamaño, como patatas, batatas, etc.