Práctica de recetas de comida china con frutos secos
Los bebés pueden comer frutos secos.
Los bebés pueden empezar a comer piñones a partir de los ocho meses. Para que su bebé absorba mejor los nutrientes de los frutos secos, le recomendamos moler almendras, nueces, piñones, avellanas y otros frutos secos hasta convertirlos en polvo y mezclarlos con la comida diaria de su bebé.
Los frutos secos deben consumirse con moderación
Los niños de 1 a 3 años pueden comer entre 20 y 30 g de frutos secos al día. Sin embargo, cabe señalar que los alimentos con frutos secos son relativamente grasosos y el sistema digestivo del bebé es relativamente débil. Un consumo excesivo puede provocar indigestión. Por tanto, es muy necesario controlar razonablemente la ingesta de frutos secos de su bebé.
Las nueces y las semillas de melón son buenas opciones.
En cuanto a frutos secos beneficiosos, tenemos que mencionar las nueces y las semillas de melón. Las nueces son ricas en fosfolípidos, que ayudan a nutrir y fortalecer el cerebro y favorecen el desarrollo de la corteza cerebral. Varias semillas de melón, como las de girasol, de calabaza y de sandía, también tienen un rico valor nutricional. Entre ellas, las semillas de girasol son ricas en ácidos grasos insaturados y caroteno, y las semillas de sandía contienen zinc, que tiene el efecto de fortalecer el estómago. Por la salud de tu bebé, te recomendamos elegir semillas de melón originales para evitar el exceso de calorías y especias.
Introduce alimentos complementarios cuando sea adecuado
Cuando tu bebé tenga aproximadamente un año, puedes empezar a intentar comer piñones. Sin embargo, los piñones deben triturarse o molerse hasta convertirlos en polvo antes de dárselos al bebé para garantizar que pueda absorber completamente los nutrientes. Al mismo tiempo, a medida que el bebé crece, se deben añadir alimentos complementarios a partir de los seis meses aproximadamente para cubrir sus crecientes necesidades nutricionales.