¿Cómo se fabrican las latas que se ven por todas partes en los supermercados?
El primer y segundo paso es la inspección de calidad. Cuando un lote de carne llega a la conservera, los responsables de control de calidad inspeccionan la carne, que debe tener una temperatura de entre cero y cuatro grados centígrados. Luego, el carnicero revisa la carne dos veces y elimina el exceso de grasa. Luego corta la carne en trozos pequeños para que pueda pasar por la rebanadora. La cortadora corta la carne en cubos pequeños de aproximadamente 2,5 cm. En el área de enlatado, las latas de aluminio giran alrededor de una plataforma giratoria. Un trabajador coloca la carne cortada en el centro de la mesa, mientras otros trabajadores llenan manualmente las latas mientras realizan controles de calidad.
En segundo lugar, el personal descartará cualquier carne que esté descolorida o grasosa. A continuación, el personal coloca una cucharada de sal marina en cada lata, el único ingrediente añadido. En la siguiente estación, los trabajadores pesan las latas de forma independiente y agregan o retiran carne para lograr el peso deseado. Como ahora las conservas se transportan mediante cinta transportadora para su cocción, primero pasan a un precalentador, que las calienta con vapor durante 20 segundos, lo que elimina el aire atrapado entre los trozos de carne.
En tercer lugar, el frasco ingresa a la máquina selladora, que presiona la carne con fuerza para garantizar que haya suficiente espacio en la parte superior. Luego, los trabajadores colocan los frascos sellados en una olla a presión. Bajo la alta presión del vapor, el proceso de cocción se completa en poco tiempo. Una vez completada la cocción, el técnico retira la lata y la deja enfriar y secar durante aproximadamente una hora.
En cuarto lugar, las latas luego se empacan en el área de empaque, donde los trabajadores realizarán una inspección final de las latas, revisando cada lata en busca de abolladuras o sellos rotos. Luego, la máquina etiqueta cada lata y también registra el número de latas. Luego, la comida enlatada se imprime con una fecha de caducidad en una impresora de inyección de tinta. La vida útil de un frasco de este tipo es de cinco años antes de que finalmente llegue al mercado.