Juegos divertidos para niños
1. Juego del escondite
Mis hijos juegan al escondite desde que eran pequeños. Al principio no podía esconder todo mi cuerpo, pero luego salí tan pronto como me llamaron, y luego seguí escondiéndome en un solo lugar. Ahora no puedo mentirte por más de 3 años, puedo quedarme en silencio por mucho tiempo. Aunque el juego es simple, es testigo del proceso de desarrollo del pensamiento de los niños.
A partir de los 3 años el rango de movimiento será mayor. Lo mejor es que los padres jueguen con sus hijos. Cuando jueguen, dígales a sus hijos que no se escondan en la cocina ni en los armarios. Si solo hay un compañero, puedes jugar al juego de esconder los títeres con tu hijo, y a tu hijo le gustará más.
2. Juegos de brujas y similares
A partir de los 3 años, los niños se interesarán por cosas misteriosas y sentirán miedo y curiosidad por las calabazas, los monstruos, los monstruos y las brujas. Sería mejor ver algunos dibujos animados sobre este tema con sus hijos y luego jugar a este juego. Cuando uno de los padres esconde al niño debajo de la colcha y el otro finge ser un monstruo calabaza, el niño disfrutará de este emocionante proceso.
Mis hijos juegan mucho. Una vez fingí estar asustada y ella me dijo: Mamá, está bien, solo es la mano de papá.
Los padres no tienen que pensar que asustará a sus hijos, como disfrazarse de Halloween en la calle. A medida que los niños crecen, es bueno para su imaginación exponerlos adecuadamente a estos personajes.
3. Juego de rol de cuentos
Los padres contarán cuentos a sus hijos. Encuentre una historia con mucho diálogo, léasela a su hijo varias veces y luego deje que elija su personaje favorito para jugar. Es posible que el niño no pueda expresar completamente el diálogo al principio, pero después de jugarlo varias veces, podrá hacerlo.
El siguiente paso es decirles a los niños qué papel desempeñarán antes de contar una nueva historia. Después de verlo varias veces, pueden jugar. Este juego no sólo puede entrenar las habilidades de expresión oral de los niños, sino también cultivar su hábito de escuchar pacientemente.