El chef te enseña cómo hacer "maní helado": cómo envolver maní con azúcar es demasiado simple.
En primer lugar, preparamos una cantidad adecuada de cacahuetes y los ponemos en remojo en agua durante unos 10 minutos. El propósito del remojo es doble. El primero es eliminar el polvo, las bacterias y otras impurezas de la superficie del maní, y el segundo es garantizar que el maní se caliente uniformemente durante la fritura.
Pon el maní en la olla, agrega 2 gramos de sal, agrega el sabor a maní y revuelve uniformemente con los palillos.
Rompe otro huevo, revuelve con los palillos y mezcla uniformemente.
Después de revolver uniformemente, agregue un poco de maicena. El almidón debe envolver uniformemente los cacahuetes y no quedar pegajoso.
Ahora empieza a freír maní: Echa aceite de cocina en la olla y espera hasta que la temperatura del aceite esté caliente un 40%, es decir, cuando la superficie del aceite esté tranquila y se note un ligero humo en la olla.
Utiliza una espumadera para controlar el exceso de almidón en los cacahuetes, luego vierte los cacahuetes en la bandeja de aceite y revuelve suavemente con una cuchara para calentar los cacahuetes de manera uniforme y evitar que se peguen.
Durante este proceso, debemos encender el fuego lento y dejar que la temperatura del aceite suba lentamente, unos 4 a 5 minutos. En este momento, escucharemos el ligero crujido del maní, que se vuelve cada vez más denso. En este momento podemos sacar los cacahuetes para controlar el aceite y reservar.
Empieza a cocinar el jugo de azúcar: añade a la olla media cucharada de agua y una cucharada de azúcar.
Ponemos a fuego lento, removemos constantemente con una cuchara y poco a poco vamos derritiendo el azúcar. A medida que el agua azucarada calentada se evapora, la concentración del agua azucarada aumenta cada vez más, la sensación de la arena fina se vuelve más suave y el color cambia de blanco a amarillo claro.
Cuando queden muchas burbujas en el zumo de azúcar, remueve rápidamente la cuchara. En este momento, el jugo de azúcar se volverá cada vez más viscoso y las burbujas grandes se convertirán gradualmente en burbujas pequeñas. En este momento está cerca del estado de dibujo, que es un buen momento para verter los cacahuetes. Tanto demasiado pronto como demasiado tarde provocarán fallas por heladas.
Así que el calor es muy importante y hay que aprovechar el momento. Después de verter los cacahuetes, revuélvalos rápidamente con una espátula.
Envuelva el jugo de azúcar de manera uniforme y use una pala para darle la vuelta a medida que baja la temperatura. El jugo de azúcar se convertirá lentamente en azúcar en polvo blanco y la capa de maní también se volverá blanca lentamente. En este momento, el glaseado está listo y se puede sacar de la sartén después de mezclar bien.
Bien, aquí estamos, este glaseado de maní dulce y crujiente está listo. Se puede utilizar como plato o como snack. Tanto a los adultos como a los niños les encanta. Si lo aprendes, hazlo para tu familia.