Red de conocimiento de recetas - Recetas gastronómicas - ¿Por qué los camarones congelados en el refrigerador se vuelven negros? ¿Aún puedo comerlo?

¿Por qué los camarones congelados en el refrigerador se vuelven negros? ¿Aún puedo comerlo?

Mucha gente se pregunta por qué los camarones en el refrigerador se vuelven negros, pero eso no significa que no se puedan comer. De hecho, existe una razón específica por la cual las cabezas de los camarones congelados se vuelven negras. En primer lugar, los órganos internos de los camarones se dañan durante el procesamiento post-mortem, lo que provoca la aparición de puntos negros después de la cocción. En segundo lugar, si le da demasiado alimento, los camarones no se digerirán cuando estén cocidos y es fácil que se pongan negros. Además, en un ambiente con deficiencia de oxígeno, los camarones frescos pueden volverse negros cuando llegan a casa. Sin embargo, no todos los camarones congelados se pueden comer. La clave está en la inspección de la calidad de la carne.

A la hora de elegir gambas congeladas, presta atención a su aspecto. La cabeza del camarón está cerca del cuerpo, el caparazón y la carne están estrechamente conectados y el cuerpo del camarón es rígido. La carne del camarón es firme y elástica, pero después de la muerte, las conexiones del camarón se aflojarán y la cabeza y la cola se caerán fácilmente. Además, el color de la cáscara de los camarones frescos es brillante, mientras que el color de la cáscara de los camarones en mal estado se volverá más oscuro. En términos de calidad de la carne, la carne de camarón fresco es firme y elástica, mientras que la carne de camarón en mal estado es débil e inelástica. En cuanto al olor, los camarones frescos no tienen un olor peculiar. Si hay un olor peculiar, significa que los camarones se han echado a perder.

En resumen, sólo porque los camarones congelados se pongan negros no significa que no se puedan comer. La clave es discernir qué tan fresco está. Determine si los camarones son seguros para comer observando su forma, color, calidad de la carne, olor y dureza. Recuerda, si la carne de los camarones se vuelve blanda, inelástica, negra y amarilla, y huele mal, no debes comerla.