¿Qué alimentos no se deben consumir con otitis media secretora?
1. Alimentos grasos: las personas con otitis media secretora deben intentar comer menos o nada de alimentos grasos, como carnes grasas, carne de res, etc., porque estos Los alimentos son ricos en El consumo excesivo de grasas no favorece la recuperación de la enfermedad.
2. Comida picante: Para los pacientes con otitis media secretora, la comida más tabú es la comida con sabor picante, se debe prohibir para evitar que la inflamación empeore y provoque que se acumule más líquido en la pulpa de la oreja. . Como jengibre, pimienta, pimienta, comino, etc.
3. Comida fría: Este tipo de comida dañará el bazo y el estómago, provocando daños en la función de digestión y absorción del bazo y el estómago. Además, también reducirá la inmunidad del cuerpo, agravando así la inflamación del oído. Por tanto, tenga cuidado de evitar alimentos crudos y fríos como frutas congeladas y helados.
4. Pelo: Animales peludos, como camarones, cangrejos, gallos, etc. , estos tampoco son propicios para la afección. Al mismo tiempo, algunos de ellos también contienen factores alergénicos que pueden provocar reacciones alérgicas en el cuerpo humano. Estos alimentos agravarán los síntomas de la otitis media.
Los pacientes con otitis media secretora deben elegir en su dieta algunos alimentos ligeros, fáciles de digerir y nutritivos. Algunos alimentos que limpian el fuego y desintoxican son beneficiosos para la recuperación de la enfermedad, como. como frutas y verduras, cereales integrales, etc. Al mismo tiempo, se puede combinar con algunos tratamientos dietéticos, como poria, ñame, papilla de cebada, frijoles negros, riñón de cerdo, etc., que pueden tener cierto efecto preventivo y terapéutico sobre la otitis media secretora.
Los anteriores son algunos alimentos que los pacientes con otitis media secretora no deben comer. Se espera que después de comprender esto, los pacientes presten más atención a su dieta y eviten comer algunos alimentos que deben evitarse. Esto será más propicio para la recuperación de la enfermedad. Si se combina con una dieta adecuada o alguna terapia dietética, también puede desempeñar un papel como tratamiento auxiliar. Por tanto, los pacientes deben prestar atención a la regulación dietética.