¿Puedo comer cordero y rábano durante el embarazo?
El cordero se sirve calentito. Si come cordero con frecuencia en invierno, puede aumentar el calor del cuerpo y resistir el frío. También puede aumentar las enzimas digestivas para proteger la pared del estómago, reparar la mucosa gástrica y ayudar al bazo y al estómago a digerir. El rábano es rico en vitamina C y el oligoelemento zinc, que ayuda a mejorar la función inmune del cuerpo y la resistencia a las enfermedades.
El aceite de mostaza del rábano puede favorecer la motilidad gastrointestinal, aumentar el apetito y ayudar a la digestión. La amilasa del rábano puede descomponer el almidón y la grasa de los alimentos para que puedan absorberse por completo. Por tanto, el rábano de cordero es más adecuado para mujeres embarazadas durante el embarazo.