Vino Qin Jian
Primero, hablemos de los pobres. La calidad de vida de los pobres es muy baja. Vi limpiadores viviendo al lado de los baños y algunos viviendo en sótanos en ciudades de primer nivel. Además de la rutina diaria. Sólo para llenar el estómago. Sus ingresos son sólo para mantener a su familia. Tal vez prefieran viajar al trabajo por el billete de autobús de dos dólares.
Para poder vivir, somos reacios a renunciar a la comida y al vestido, y dejar lo mejor a nuestros hijos. Al igual que mi madre, nunca gastó más de 200 yuanes en ropa durante la mayor parte de su vida. Cada vez que le preguntas por qué no puede comprarse ropa mejor, siempre dice que sería bueno tener algo de ropa ahora. Explica a la gente de su época. Por no hablar de llevar ropa, es muy bueno proporcionar comida y ropa.
¡Hombre rico! Sus vidas, como las de los pobres, han alcanzado un nivel superior. Visten ropa de diseñador, conducen automóviles de lujo y viven en casas de lujo. Algunos son la segunda generación de ricos o la segunda generación de funcionarios. Viven una vida de subsistencia. Come comida deliciosa. Algunas personas pobres nunca han visto comida en sus vidas, bebiendo vino tinto que cuesta decenas de miles y escuchando música en edificios altos. El precio de una comida es el ingreso anual de una persona pobre. Sus hijos asistieron a escuelas aristocráticas. Hay un autobús lanzadera a la escuela todos los días. Atendido por una niñera.
De lo anterior podrás ver la diferencia entre pobres y ricos, y tendrás una comprensión general. Ya sean ricos o pobres, todos tenemos que vivir. Es simplemente una calidad de vida diferente. Pero como cereales integrales todos los días. Una vez vi una noticia. Durante la Guerra Antijaponesa, existía un Cuerpo de Ejército de Sichuan. En ese momento, este ejército de 5.000 hombres luchó con el ejército japonés durante 7 días y 7 noches. Al final sólo quedaron una docena de personas. China puede tener muchas de esas tropas. Por la victoria de la Nueva China, se han sacrificado demasiados héroes. Sus sacrificios nos han traído la vida feliz que tenemos ahora. Ahora la gente ha olvidado su existencia. Independientemente de si somos pobres o ricos, nunca olvidemos que nuestra vida feliz se gana con esfuerzo. Comer comidas humildes tampoco es malo. La diligencia y el ahorro son virtudes tradicionales. Dejemos que esta virtud tradicional se transmita. Educar bien a cada generación. La vida es una actitud y la sencillez es la verdad.