¿Cómo comer fresas congeladas en el frigorífico?
Recopilado por CM Mengmeng Qi Ruoping 2 14456 vistas
Calorías
Carbohidratos
Grasas
Proteínas
Calcio
Hierro
Calorías
18,4%
Proteínas
1,6 %
*Recordatorio: datos sobre la ingesta diaria recomendada de nutrientes para los residentes chinos.
Evaporación
Sabor ácido y dulce
& lt15 minutos
Calor lento
Introducción preliminar
Las fresas congeladas caseras son limpias e higiénicas, sin conservantes ni aditivos. El sabor no es peor que el de los que se venden afuera. A Bao Xiao le gustan mucho.
Inicio
Condimentos
Dos libras de fresas
Condimentos
Una cantidad adecuada de azúcar
Paso 1 Cómo hacer fresas congeladas
Quita los tallos de las fresas frescas, lávalas dos veces con agua y luego remójalas en agua durante un rato para eliminar los pesticidas de la superficie. (Yo uso el agua de la máquina de beber directa de mi casa, porque es agua ligeramente alcalina y los pesticidas de la superficie se pueden eliminar).
Ilustración de fresas congeladas
Coloque las fresas lavadas en a grande En un bol espolvorea un poco de azúcar por la superficie, elige la cantidad de azúcar según tu gusto personal y ponlo en una vaporera a cocinar al vapor hasta que esté cocido. Una vez terminado el fuego, observa que el azúcar de las fresas está a punto de derretirse por completo. Abre la tapa y revuelve con una cuchara unas cuantas veces para que las fresas se calienten uniformemente. Luego tapa la olla y cocina al vapor durante 3 a 5 minutos hasta que las fresas floten en la sopa.
Práctica familiar de congelar fresas
Deja las fresas al vapor a un lado para que se enfríen. Una vez que estén completamente frías, puedes colocarlas en un cajón para verduras y congelarlas en el refrigerador.
Una manera fácil de congelar fresas
Se trata de fresas congeladas después de congelarlas.
Paso 5: ¿Cómo comer fresas congeladas?
Saca las fresas terminadas congeladas del cajón para verduras, colócalas en una bolsa sellada y luego mételas en el refrigerador para seguir congelándolas. Puedes tomarlo como quieras, guardarlo para el invierno, calentarlo y comerlo en latas o procesarlo para convertirlo en mermelada de fresa. Tres formas de comerlo también son muy buenas.