La col frita es amarga.
Quizás tenga algo que ver con el amargor del repollo frito.
Si la col comprada se deja demasiado tiempo, provocará una importante pérdida de agua, haciendo que las hojas de la col se vean ásperas y no crujientes, y la col frita tendrá un sabor amargo.
Por lo tanto, es mejor comer repollo a tiempo después de comprarlo, de lo contrario no solo provocará la pérdida de nutrientes sino que también afectará el sabor si se almacena durante mucho tiempo.