Composición "A los graduados de secundaria"
Vimos cosas maravillosas ese año, uno entró al sindicato de estudiantes, el otro entró al club, estuvimos muy ocupados ese año. No hay tareas pesadas ni exámenes interminables. A principios de otoño, siempre somos así. Ese año nos sentamos en el césped y hablamos de lo increíbles que son nuestros profesores de secundaria. mucho.
Todavía teníamos mucho miedo cuando faltamos a clase por primera vez ese año. En el frío invierno, compramos el mismo estilo de botas para la nieve y nos tomamos fotografías de los pies. Ese año fuimos estúpidos. Ese año estábamos muy contentos. La escuela tuvo unas largas vacaciones después del examen, corrimos a la estación de tren con nuestro pesado equipaje. El invierno de ese año fue muy frío, pero no tanto. Por supuesto, también hay libros en nuestras mochilas que dijimos que queríamos leer en casa. La escuela ha comenzado, me han puesto ropa un poco más fina en la maleta y los libros en mi mochila siguen siendo los mismos. ¿Déjame preguntarle a la otra parte si quiere leer? La respuesta al unísono fue no y nos dio vergüenza decirlo ese año.
Ese año fuimos a la biblioteca, trabajamos o nos enamoramos. Ese año, siempre nos reímos sin sentido y no nos importaba la imagen de una dama. Ese año, siempre llorábamos sin sentido y no nos importaban las opiniones de otras personas. Ese año nos tomamos fotos como locas, posando en todo tipo de acciones infantiles. En esas fotos siempre teníamos la boca bien abierta. Aunque el arco no era hermoso, estábamos sonriendo como locas, nuestra luz era loca.
Ese año odiamos al portero y no nos dejaba salir. Siempre tuvimos que buscar muchos motivos y pensar en muchas maneras, pero aun así ese año no pudimos salir. Decir cualquier cosa cuando estábamos enojados. Ese año siempre solo visitábamos esa ventana para comer y poníamos mucho ají y vinagre. Comimos mucho ese año. Ese año estábamos cansados de la comida en la cantina, así que dividimos nuestro trabajo y salimos a comprar todo tipo de comida deliciosa. Éramos tan codiciosos ese año. A principios del verano estábamos obsesionados con perder peso. Jugábamos al volante, al hula hula y al bádminton. Ese año estábamos cansados. Día tras día, año tras año.
Poco a poco, nos alejamos más y más de ese año. Los fragmentos de ese año se convirtieron en recuerdos. El nosotros de ese año no puede volver atrás. ¡Gracias por nuestros esfuerzos ese año!