¿Qué fruta odiáis más?
La caña de azúcar en realidad no tiene sabor. La clave es que la piel es demasiado dura y el sabor es estricto, por eso casi siempre le pedimos al jefe que nos la pele. Y después de comer, vomitó la caña por todo el suelo. ¡Los perezosos dicen que es difícil pensar en ello!
Herraduras, el que está dispuesto a despegarte esto poco a poco es el amor verdadero. Sólo puedes cortar lentamente con un cuchillo. Aunque lo masticabas con la boca cuando eras niño, uno lo cortabas en pedazos y otros te lo tragaban de un bocado. ¡Estás enojado!