Peso molecular del etanol
Las moléculas de etanol están compuestas por tres elementos: carbono (C), hidrógeno (H) y oxígeno (O). El peso atómico relativo de cada átomo de carbono es aproximadamente 12, el peso atómico relativo de cada átomo de hidrógeno es aproximadamente 16 y el peso atómico relativo de cada átomo de oxígeno también es aproximadamente 16. Sumando estos números, obtenemos que la masa molecular relativa de la molécula de etanol es aproximadamente 46.
Sin embargo, el valor real de la masa molecular del etanol no se obtiene simplemente sumando las masas atómicas relativas de estos átomos. Esto se debe a que existen enlaces químicos entre los átomos de carbono, hidrógeno y oxígeno que afectan la masa total de la molécula. Para calcular la masa molecular del etanol con mayor precisión, los científicos utilizaron una técnica llamada espectrometría de masas, que puede determinar la masa precisa de una molécula midiendo su comportamiento en un campo eléctrico.
El peso molecular del etanol también se ve afectado por factores ambientales como la temperatura y la presión. Por ejemplo, cuando el etanol se expone a alta temperatura o presión, sus moléculas pueden sufrir ligeros cambios, lo que también afectará los resultados de la medición de masa.
Las funciones del alcohol:
1. Desinfección: el alcohol tiene un muy buen efecto desinfectante y puede matar eficazmente bacterias, virus y otros microorganismos. En el campo médico, el alcohol se usa ampliamente para limpiar y desinfectar instrumentos quirúrgicos, superficies de la piel e instrumentos médicos. Además, el alcohol se utiliza ampliamente en la vida diaria para limpiar y desinfectar superficies, herramientas y equipos.
2. Efecto anestésico: El alcohol tiene efecto anestésico y puede reducir el dolor y el malestar. En el campo médico, el alcohol se usa ampliamente en cremas y aerosoles anestésicos. Además, en la vida diaria, las personas suelen consumir bebidas alcohólicas o drogas para aliviar el dolor y el malestar.
3. Efecto condimento: El alcohol también tiene un efecto condimento, que puede aumentar el sabor y el sabor de los alimentos. En la cocina, el alcohol se utiliza en muchos platos y bebidas para añadir sabor y sabor. Por ejemplo, el vino tinto, la cerveza y el whisky son vinos aromatizados habituales. Además, el alcohol también se utiliza para aumentar el gusto y el sabor al elaborar dulces como caramelos y chocolates.