¿Cómo mantener frescas las frutas en el negocio frutícola?
Se recomienda comenzar con frutas que no se estropeen fácilmente, como naranjas, piñas, peras y mangos de piel gruesa, y luego pasar gradualmente a naranjas, plátanos, nísperos, manzanas, fresas y uvas.
Las manzanas son difíciles de guardar y se echan a perder con facilidad. Tienen miedo de que la lluvia las toque o las moje. Pierden peso rápidamente y no pueden comer demasiado. Puede envolverse en una pequeña bolsa de plástico o colocarse directamente sobre un piso de tierra fresco y seco (no un piso de cemento).
Las peras y naranjas son relativamente fáciles de almacenar, pero conviene conservarlas en un lugar fresco y seco. Los plátanos deben envolverse en piel verde, cubrirse con cortinas de paja y rociarse con agua de vez en cuando.
Será mejor que tengas una casa especialmente diseñada para almacenar frutas, que debe estar bien ventilada, a prueba de humedad, sol y insectos.
Los conservantes funcionan, pero eso no es lo que hace la gente.
A excepción de las manzanas, el resto de frutas conserva la menor cantidad posible, pero debes darles la vuelta a las manzanas con frecuencia y seleccionar las malas a tiempo. Otras frutas se deteriorarán fácilmente si se mueven demasiado, por lo que aquellas que deban venderse el mismo día deben sacarse y almacenarse por separado.