Red de conocimiento de recetas - Recetas de frutas - Solía ​​beber sin dar la mano, pero ahora me despierto al día siguiente después de beber. ¿Por qué me tiemblan las manos?

Solía ​​beber sin dar la mano, pero ahora me despierto al día siguiente después de beber. ¿Por qué me tiemblan las manos?

El alcoholismo es una enfermedad progresiva y mortal. La enfermedad es causada por la sensibilidad del cuerpo al alcohol y la necesidad psicológica de beber. Actualmente no existe ninguna "cura" farmacológica o psicoterapéutica en la comunidad médica: no podemos simplemente ser hospitalizados o tomar medicamentos para cambiar nuestras características y poder volver al consumo social moderado normal que experimentábamos en los primeros días de consumo.

Miles de alcohólicos no pueden dejar de beber. No sólo vemos a muchos alcohólicos que beben hasta morir -por "D.T." o convulsiones, o por cirrosis hepática causada por el consumo de alcohol- sino que también vemos muchas muertes por consumo de alcohol que no son causadas por intoxicación por alcohol. Además, cuando se citan accidentes automovilísticos, ahogamientos, suicidios, homicidios, ataques cardíacos, incendios, neumonía o derrames cerebrales como factores directos de muerte, el hecho es que el comportamiento severo de bebida del alcohólico fue la condición y causa inmediata de la muerte.

La mayoría de nosotros aún no hemos llegado al borde de las temidas etapas finales del alcoholismo, por lo que cuando bebemos ahora nos sentimos muy lejos de ese destino. Pero si seguimos bebiendo, no hay duda de que sólo moriremos.

Muchos alcohólicos que no pueden dejar de beber se culpan a sí mismos por tener valores morales débiles, o piensan que se debe a una mentalidad desequilibrada. Sin embargo, no hay nada moralmente malo en beber alcohol porque es una enfermedad. En esta etapa, es imposible superarlo por voluntad propia, porque los alcohólicos han perdido la capacidad de tomar decisiones libres frente al alcohol.

Así que no tenemos por qué avergonzarnos de nuestra enfermedad, no es nada de qué avergonzarse. No es culpa nuestra. No queremos ser alcohólicos, no queremos contraer la enfermedad, como nadie quiere contraer neumonía. La experiencia demuestra que mientras tengas un fuerte deseo de dejar de beber, te des cuenta plenamente de la gravedad del problema y te cuides alegremente y sin alcohol, aún puedes vivir una vida feliz, saludable y valiosa como una persona normal.