¿Qué ciudad crees que tiene la mejor comida?
Muchas ciudades tienen una cocina deliciosa, pero si tuviera que elegir una, sería la Perla del Este de Asia: Hong Kong. Desde cocina cantonesa hasta mariscos, desde bocadillos hasta postres, la cultura gastronómica de Hong Kong es increíble. Además, hay muchos restaurantes con estrellas Michelin en Hong Kong, muchos de los cuales sirven deliciosos platos de estilo local, lo que lo convierte en un paraíso para los amantes de la comida.
Siempre he oído que Dalian tiene una comida única y un día de 2019 decidí ir a explorarla. Mis amigos me dicen que tiene las mejores anguilas a la parrilla y costillas de cerdo agridulces, además de bocadillos deliciosos como pasteles de arroz glutinoso y palitos de masa frita.
Reservé mi billete sin dudarlo y no podía esperar a partir con el apetito para llegar a esa tentadora ciudad. Una vez allí, comencé mi viaje gastronómico. Hay restaurantes y puestos por todas partes, y cada uno es tan tentador que intentar probar cada plato es una gran tarea.
Llegué por primera vez a cierto restaurante de anguilas a la parrilla. La anguila aquí era tan fragante que se me hizo la boca agua. La anguila a la parrilla tiene una carne tierna y un sabor suave que es infinitamente memorable. Luego, fui a una pequeña tienda llamada "Costillas agridulces de Youji". Las costillas agridulces se derritieron en mi boca y el sabor agridulce se extendió por la punta de mi lengua. No puedo evitar sentirme adicto.
Después de visitar restaurantes grandes y pequeños, también probé mucha comida deliciosa en los puestos callejeros. Las tortas de arroz glutinoso son suaves y deliciosas, los palitos de masa fritos son crujientes y deliciosos, y las tortas de arroz frito y los bollos al vapor también son bocadillos exquisitos.
Estoy inmerso en este viaje gastronómico inigualable, que es un festín para mi paladar y una exploración de la cultura de esta ciudad. Cada bocado de comida deliciosa me hizo sentir el encanto único de la ciudad y me interesó más en esta ciudad. Al mismo tiempo, también me enseñó a apreciar más profundamente la singularidad de la comida, así como su peso y valor en los viajes.