¿Qué hacer después de una picadura de cactus?
Método 1: Tratar las espinas más gruesas
Confirmar la extensión de la lesión. Las espinas de los cactus grandes son largas y gruesas. Si bien es poco probable que las espinas de los cactus causen lesiones graves si perforan la piel, pueden penetrar profundamente si accidentalmente te caes o pisas un cactus. Revisa la herida para determinar cuántas espinas de cactus te golpearon y qué tan profundas fueron.
No toques las espinas del cactus. Aunque las grandes espinas de los cactus parecen fáciles de arrancar con los dedos, las púas suelen tener pequeñas rebabas. Incluso un toque suave puede provocar que pequeñas rebabas se claven en la piel y son más difíciles de sacar que las espinas más grandes. No toques la espina del cactus con las manos; usa una herramienta para sacarla.
Retira gran parte del cactus. Si te caes o pisas un cactus, es probable que tu cuerpo quede pegado a un trozo grande del cactus e innumerables espinas te perforarán la piel. Antes de empezar a sacar las pequeñas espinas, asegúrate de quitar los trozos más grandes de cactus que están pegados a tu piel. Utilice un objeto resistente (por ejemplo, un zapato, un palo) para romper los trozos de cactus. Este método eliminará trozos grandes del cactus y algunas de las espinas del cactus, pero algunas espinas aún permanecerán en la piel.
Usa unas pinzas para quitar las espinas gruesas de los cactus. Al sujetar las pinzas, apunta a la piel y no dejes que tus manos toquen las espinas. Sujete con cuidado un extremo de la columna con unas pinzas (trate de mantener las pinzas lo más cerca posible de la piel). Saque lentamente la espina. Si hay muchas espinas adheridas a la piel, repita este proceso hasta eliminar todas las espinas.
Limpiar la herida. Estas espinas son gruesas y suelen dejar pequeños cortes en la piel (que pueden sangrar o no). Ya sea que sangre o no, la herida debe limpiarse para evitar infecciones. Vierta un poco de hamamelis o peróxido de hidrógeno en un algodón y frote suavemente la herida para limpiarla. Si es necesario, coloque una curita o envuelva la herida con una gasa.
Método 2: Tratar pequeñas rebabas
Utilizar pegamento. Esta se considera la forma más eficaz de eliminar las espinas de los cactus. Aplicar pegamento blanco a la piel eliminará la mayoría de las rebabas. Aplica una capa de pegamento blanco a la piel sobre las espinas del cactus. Espere de 5 a 10 minutos para que se seque el pegamento antes de despegarlo. Las pequeñas rebabas pegadas al pegamento deben desprenderse de la piel. Si es necesario, repita este proceso hasta eliminar todas las rebabas.
Usa cinta adhesiva. Se ha demostrado que la cinta adhesiva es eficaz para eliminar las rebabas de la piel. Simplemente tire de la cinta adhesiva hacia atrás, asegurándose de que sea lo suficientemente larga para cubrir el área donde se pincharon las espinas del cactus, coloque la cinta contra su piel y toque suavemente las rebabas para asegurarse de que se adhieran a la cinta. Luego, toma el extremo de la cinta adhesiva y retírala rápidamente para quitar las rebabas adheridas a la cinta. Si es necesario, repita este método con un trozo diferente de cinta adhesiva hasta eliminar todas las rebabas.
Utiliza pinzas. Este método lleva más tiempo, pero puede eliminar todas las rebabas visibles adheridas a la piel. Dirígete a un área bien iluminada, preferiblemente con luz natural, y utiliza una lupa si es necesario. Utilice unas pinzas para agarrar la base de las rebabas (donde se unen con la piel) y sáquelas con cuidado. Puede combinar este método con uno de los métodos anteriores. Esta es probablemente la forma más fácil y eficaz de lidiar con las espinas de los cactus.
Intenta eliminar las rebabas. Si las rebabas están adheridas a partes menos sensibles del cuerpo, como los pies, se pueden eliminar frotando. Este método no elimina las rebabas, simplemente elimina las rebabas expuestas en la piel. Frote la piedra pómez de un lado a otro contra la piel donde están unidas las espinas del cactus. Luego, lave la piel con agua limpia para eliminar cualquier resto de rebabas en la piel.