Red de conocimiento de recetas - Recetas de frutas - ¿Cuáles son las especialidades de Florencia? Debe estar delicioso.

¿Cuáles son las especialidades de Florencia? Debe estar delicioso.

Comida florentina:

Despojos de Florencia

Los italianos comen despojos desde hace mucho tiempo, y así consta en el recetario del maestro Martino en el siglo XV. Aunque existen versiones en diferentes ciudades como Florencia, Milán y Roma, son igualmente deliciosas. Alguna vez fue la comida de los pobres y tenía un aspecto feo, pero ahora es una comida de peregrinación que todo visitante de Florencia debe probar. También es el rey de la comida callejera, vendida a precios bajos por vendedores ambulantes en los callejones y plazas. Ya sea un solo trozo de despojos de res, espolvoreado con queso y servido con pan, o comido como sándwich, siempre es delicioso.

Vino tinto

La Toscana es una importante región productora de vino de Italia. Varios vinos tintos importantes se clasifican como Chianti, Brunello y Nobile di Montepulciano, que se destacan en la industria vitivinícola mundial. Este vino con mucho cuerpo combina bien con caza, carnes, setas y platos ricos en trufa. Si desea probar un vino tinto accesible, se embotella con una barriga gorda y un "fiasco" envuelto en paja en el exterior, es barato y es un excelente vino para servir como acompañamiento en la mesa.

Chuletón

El chuletón a la florentina es un chuletón procedente de la Toscana, Italia. Se asa sobre carbón y se reboza con sal, pimienta y aceite de oliva. Es famoso por su sabor tierno y jugoso, pero no se debe cocinar demasiado. La cocción excesiva afectará el sabor.

Pastel de pescador

Aunque no todo el mundo es fanático de este postre del tamaño de un puño, el pastel de pescador es la comida más tradicional de la Toscana. Como su nombre indica, este tipo de pastel era la comida de los antiguos pescadores cuando se hacían a la mar, por eso se hace grande y abundante: utiliza harina, mantequilla, frutos secos, azúcar, piñones y almendras como ingredientes básicos. Comer uno puede valer la pena. Parece simple pero los materiales son sólidos. Cuanto más se mastica, más fragante se vuelve y el regusto es interminable.