¿Qué significan las seis líneas horizontales del budismo?
Las seis líneas horizontales del budismo hacen referencia a los seis deseos y la codicia que aparecen durante la práctica. Son el horizonte de los ojos, el horizonte de los oídos, el horizonte de la nariz, el horizonte de la lengua, el horizonte del cuerpo y el horizonte de la mente. Estos deseos y codicia son inherentes a nosotros los humanos y nos mantienen adictos al mundo. En la práctica budista, necesitamos deshacernos de estos deseos y avaricia para poder realizar verdaderamente el camino hacia el nirvana.
Ser previsor es el apego al mundo exterior, creyendo que tener más riqueza material y disfrute es el propósito de nuestra vida. El oído es la obsesión por el sonido, que nos hace sentir atraídos por programas de entretenimiento y charlas sin sentido. El límite de la nariz es la obsesión por el olfato, que nos hace entregarnos al olor del perfume y de la comida. El límite de la lengua es la obsesión por la comida, lo que nos hace buscar comer y disfrutar en exceso. El reino del cuerpo es el apego a las cosas materiales, lo que nos hace buscar fama, riqueza y poder. La mente horizontal es una manifestación de la autopersistencia, que nos hace incapaces de liberarnos de la adicción a nuestros propios deseos y pensamientos.
El surgimiento de los Seis Horizontes del Budismo se debe a los defectos de la naturaleza humana, que nos impiden deshacernos de nuestro apego a la materia y las ideas. Pero en la práctica, debemos deshacernos gradualmente de estos deseos y codicia desenfrenados mediante la meditación y la práctica de la atención plena. Sólo cuando enfrentamos nuestros deseos internos y nuestra codicia podemos obtener verdaderamente el camino hacia el nirvana, lograr la purificación y liberación espiritual y alcanzar la verdadera felicidad y paz.