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Reacciones adversas de la inyección de heparina cálcica de bajo peso molecular

Las reacciones adversas se enumeran a continuación según la clasificación de órganos y sistemas y la frecuencia de aparición. Utilice la siguiente convención para clasificar las reacciones adversas según la frecuencia de aparición: muy frecuentes ≥1/10, frecuentes ≥1/100 y. <1/10, no frecuentes ≥1/1.000 y <1/100, raros ≥1/10.000 y <1/1.000, muy raros <1/10.000. Las anomalías de la sangre y del sistema linfático son muy comunes: sangrado en varios sitios, especialmente en pacientes con otros factores de riesgo (ver Contraindicaciones e Interacciones medicamentosas). Raras: trombocitopenia, a veces trombótica (ver Precauciones), trombocitosis. Muy raras: Hipereosinofilia, reversible tras la interrupción del tratamiento. Las anomalías del sistema inmunológico son muy raras: reacciones de hipersensibilidad (incluidos angioedema y reacciones cutáneas), reacciones anafilactoides. Las anomalías metabólicas y nutricionales son muy raras: hiperpotasemia reversible asociada con supresión de aldosterona inducida por heparina, especialmente en pacientes con factores de riesgo combinados (ver Precauciones). Las anomalías del sistema hepatobiliar son comunes: elevación de la transhidrogenasa, generalmente transitoria. Anomalías muy raras del sistema reproductivo y de las glándulas mamarias: priapismo. Las anomalías sistémicas y las afecciones en el lugar de administración son muy comunes: pequeño hematoma en el lugar de la inyección. En algunos casos se puede observar la aparición de induración, que no es causada por la heparina. Estas induraciones suelen desaparecer al cabo de unos días. Frecuentes: Reacciones en el lugar de la inyección. Raros: calcinosis en el lugar de la inyección. La calcinosis es más común en pacientes con anomalías en el producto calcio-fósforo, como en algunos pacientes con insuficiencia renal crónica. Muy raro: Necrosis de la piel, generalmente en el lugar de la inyección. La púrpura o eritema infiltrativo o doloroso aparece primero en la zona de necrosis cutánea, con o sin signos sistémicos. En este caso, el tratamiento debe interrumpirse inmediatamente.