Mi bebé siempre bebía leche fresca antes de cumplir un año, pero ahora dice que ya no puede beberla.
Mi bebé siempre tomaba leche fresca antes de cumplir un año, pero ahora dice que ya no puede beberla. La razón principal es que, aunque la leche fresca tiene un alto valor nutricional y a los bebés les gusta beberla, debido a que es rica en proteínas, el cuerpo del bebé no es particularmente fuerte y la función digestiva del bazo y el estómago es débil.
Beber demasiada leche fresca irritará el tracto gastrointestinal, provocará dolor abdominal, diarrea y consecuencias aún más graves, lo que no favorece el sano desarrollo del bebé. Por tanto, en circunstancias normales, no se recomienda que los bebés menores de dos años beban leche fresca.