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Lanzar la pelota

Nadie en este mundo es perfecto. Todo el mundo comete errores a veces, pero también a veces progresa. Recuerdo que cuando estaba en tercer grado, mis calificaciones en chino no siempre eran buenas. Cada vez que tomaba un examen, rara vez obtuve buenas calificaciones. Desde entonces, he perdido la confianza en el chino. En la escuela, los profesores a menudo me criticaban e incluso se lo decían a mis padres. Cada vez que llego a casa abatido, siempre me siento incómodo: ¡hoy va a terminar y mi madre definitivamente me invitará a una barbacoa de brotes de bambú! Cuando pienso en esa escena, un sudor frío brota de mi frente. Inesperadamente, mi madre no sólo no me golpeó, sino que me animó: No te desanimes si no te fue bien en el examen esta vez, debes tener cuidado la próxima vez que hagas el examen. ! Después de escuchar estas palabras, la llama de la victoria se reavivó en mi corazón. Entonces, me hice un plan de estudio: leer el libro de composición durante 1 hora todos los días y revisar el texto enseñado por el maestro todos los días... El día antes del gran examen, de repente tuve fiebre alta. Mi madre dijo con preocupación: "Jiajia, no vayas a la escuela hoy". "No, este es el último día. ¡No puedo afectar mi rendimiento académico debido a una enfermedad!". Entonces fui a la escuela con mi enfermedad. Por la mañana, la maestra nos dio una conferencia frente al pizarrón. Registré cuidadosamente cada punto clave que dijo. Si tienes alguna pregunta que no entiendes durante la clase, pregúntale al profesor inmediatamente hasta que la entiendas. A veces siempre tengo dolor de cabeza durante la clase y lo soporto. Por la tarde, mi madre vino a buscarme y me llevó al hospital para que me pusieran una inyección de solución salina. Mientras me quitaban la aguja, también corría contra el tiempo para revisar el texto. Por la noche fui a casa de mis compañeros y pregunté por la tarea que me había dado la profesora. Repaso hasta bien entrada la noche antes de acostarme. Al día siguiente, gracias a mis propios esfuerzos, logré excelentes resultados. A través de este incidente, aprendí que mientras una persona trabaje duro, sus deseos pueden hacerse realidad. ¡ah! ¡He progresado! Ese día, por supuesto, mi madre me elogió mucho. También era lo que esperaba, porque sabía que el "fruto" que se obtenía después del parto debía ser muy dulce. Las personas progresan a cada momento, aunque sea un pequeño paso, porque mientras tú avances, la vida dará un gran paso contigo.

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