¿Cómo determinar si se trata de ictericia por leche materna sin dejar de amamantar?
1. Manifestaciones cutáneas: la ictericia leve por leche materna se puede observar directamente en la piel. La ictericia causada por bebés amamantados generalmente se vuelve amarilla entre 4 y 5 días después del nacimiento. La ictericia empeorará con la alimentación continua y se puede detectar a simple vista.
2. Examen de sangre de rutina: Si la cara del niño se pone amarilla, podemos acudir a un hospital habitual para realizar un análisis de sangre de rutina para ver si el contenido de bilirrubina en la sangre del bebé excede el nivel normal. Cuando se interrumpe la lactancia después de análisis de sangre de rutina, el contenido de bilirrubina en la sangre del bebé puede disminuir significativamente en uno o dos días y luego aumentar rápidamente, pero no alcanzará el nivel alto inicial. En este punto básicamente se puede concluir que el bebé tiene ictericia por leche materna.
Cómo lidiar con la ictericia por leche materna
1. Dejar de amamantar: No es necesario dejar de amamantar inmediatamente después de la aparición de la ictericia por leche materna, pero se recomienda continuar haciéndolo. comer más comidas y alimentarse con menos frecuencia.
2. Tratamiento con medicina tradicional china: el niño está débil y no puede tomar medicamentos directamente. En este momento, la madre puede tomar alguna medicina tradicional china que pueda reducir la ictericia para promover la excreción de bilirrubina. El masaje abdominal en el sentido de las agujas del reloj también puede acelerar la excreción de bilirrubina.
Precauciones para la ictericia por leche materna
1. Preste atención a la alimentación infantil: muchas madres destetan a sus bebés inmediatamente después de que desarrollan ictericia por leche materna, pero esto está mal. Porque dejar de alimentar no solo puede afectar la salud del bebé, sino también afectar el desarrollo posterior de la leche materna. En casos graves, puede aumentar el riesgo de mastitis para las nuevas madres.
2. Una dieta ligera: Una dieta ligera no sólo es beneficiosa para el crecimiento del bebé, sino que también favorece la recuperación de la enfermedad. Consuma alimentos menos picantes, como vino, chiles, ajo crudo, cordero y alimentos fríos, como helados, bebidas frías, mango, cangrejos peludos, etc.