Las perras no deben comer nada durante su embarazo.
Cuando tu perra esté preñada, ten cuidado de no comer chocolate, cebolla, jengibre, ajo, leche, vísceras, huesos, alimentos fríos y uvas. Comer estas cosas con regularidad también puede provocar diarrea, intoxicación e insuficiencia renal en los perros. Se recomienda que la dieta durante el embarazo sea principalmente comida para perros, y se puede complementar adecuadamente algo de calcio, oligoelementos y vitaminas 45 días antes del embarazo. Después de cuarenta y cinco días de embarazo, puedes llevar a la perra a realizar un ejercicio suave adecuado, lo que puede reducir la cantidad de comida y evitar que el feto sea demasiado grande y provoque distocia. Tenga cuidado de no dejar que su perro haga ejercicio extenuante, no lo bañe ni cambie su dieta durante el embarazo. El período de gestación de una perra es de 58 a 63 días. Prepara la sala de partos de tu perra antes de dar a luz. Cuando una perra muestra signos de cavar, anorexia y lamido frecuente cerca del abdomen y los genitales, significa que la perra está a punto de dar a luz. En este momento, el dueño de la mascota debe quedarse con el perro a tiempo para evitar un parto difícil.