¿Cuáles son los signos previos a la gota y cómo prevenirla?
Clínicamente, algunos pacientes comienzan a experimentar ardor, picazón, rigidez muscular o dolor leve en las articulaciones una o dos horas antes de un ataque de gota. Poco después de que se emitiera esta señal de alerta, comenzaron los síntomas de la gota. Los pacientes que han experimentado ataques recurrentes de gota comprenden sus signos reveladores. Sin embargo, algunos pacientes con gota no muestran los primeros signos de un ataque de gota y se despiertan inmediatamente con un dolor intenso en las articulaciones en mitad de la noche.
El sitio más común de gota es la parte inferior del dedo gordo del pie, pero también puede ocurrir en otras articulaciones, como codos, rodillas, muñecas, orejas, ojos y la superficie de los pies. El dolor suele ser tan intenso que resulta insoportable. Muchas personas con gota dicen que experimentan un dolor extremo cuando incluso una sábana suave entra en contacto con el área afectada. Entonces, ¿cuáles son los síntomas antes de un ataque de gota?
Dolor lumbar
Los riñones son el principal canal de excreción de ácido úrico, y también son el órgano más susceptible al daño por ácido úrico. Una vez que aumenta el nivel de ácido úrico, el ácido úrico se acumula en el cuerpo y aumenta la carga sobre los riñones, provocando dolor de espalda que empeorará por la noche. Por lo tanto, el dolor lumbar también indica niveles elevados de ácido úrico y un mayor riesgo de ataques de gota.
Edema de las extremidades inferiores
El ácido úrico elevado también puede provocar una desintoxicación y excreción limitada por los riñones. La disminución de la capacidad de excreción de los riñones hará que el agua del cuerpo no pueda ser excretada del cuerpo a tiempo. Este exceso de agua se acumulará en las extremidades inferiores, provocando edema en las extremidades inferiores. Por tanto, el edema de las extremidades inferiores también es uno de los signos de los ataques de gota.
Aumento de la frecuencia de micción
Los niveles elevados de ácido úrico estimularán un aumento en la ingesta de agua, y la frecuencia de micción también aumentará tras el aumento de la ingesta de agua. Además, la orina puede parecer anormal en este momento: puede aparecer orina espumosa o descolorida. Si nota que tiene sed con frecuencia y presenta cambios en la orina, debe estar alerta ante un ataque de gota.