¿Es realmente tan difícil para un hombre entrar a la cocina?
Básicamente cocino en casa. Soy un marido y chef que se queda en casa. Ganar dinero para mantener a mi familia también es mi principal responsabilidad. Puedo hacer lo mismo por el trabajo y la familia.
Primero, he desarrollado el hábito de cocinar desde que era un niño.
A finales de los años 80, nuestros padres trabajaban en el campo desde la mañana hasta la noche. Nuestra escuela primaria está muy cerca de casa, por lo que tenemos que preparar el almuerzo nosotros mismos cuando volvemos a casa. Las estufas de leña en las zonas rurales son muy altas, la espátula es profunda y el taburete se sostiene con ambas manos, lo que hace que cocinar como un adulto. Su rostro joven estaba cubierto de hollín. La comida no es muy buena, pero es deliciosa. Poco a poco, adquirí un hábito, dominé las habilidades y comí en común.
En segundo lugar, tienes opciones a la hora de cocinar y puedes comer lo que quieras.
Las parejas proceden de diferentes lugares y tienen distintos gustos y preferencias alimentarias. Me gusta la comida picante y no se puede hacer nada sin ella; a ella le gusta que sea ligera, nutritiva y deliciosa; a mí me gustan los fideos de arroz fritos y a ella le gusta cocinar fideos. Puedes tomar la iniciativa para dominar tus propias habilidades culinarias, comprar verduras e ingredientes, cortar verduras en la olla y controlar el calor. La corrección de cada proceso es garantía de la autenticidad de los platos. Original y delicioso, toma tu propia decisión.
En tercer lugar, también comparten las tareas del hogar.
Aunque las familias están básicamente dominadas por hombres y mujeres, los hombres no dependen de trabajar afuera para ganar dinero para completar las tareas, y no es fácil para las mujeres hacer cosas en casa.
En primer lugar, la ropa y la educación de tus hijos siempre te volverán loco y te preocuparán a cada paso. No importa la edad que tenga el niño, siempre hay un problema.
En segundo lugar, limpiar y clasificar la ropa de toda la familia y mantener la higiene en el hogar requiere paciencia. No hay razón para que un hombre sea distante y pretencioso, pero también tiene que participar en las tareas del hogar para hacer felices a su esposa, a sus hijos, a mejorar la intimidad entre los miembros de la familia y a él mismo.
En cuarto lugar, si el estándar para una mujer perfecta en el nuevo siglo es tener una sala de estar y una cocina, ¿cuál es entonces el estándar para un buen hombre? ¡Si puedes permitirte una espátula, puedes ganar el campo de batalla!
Cocinar una buena comida también es un trabajo técnico. No se trata sólo de picar verduras y freírlas en una sartén. Esto requiere algo de reflexión y sabiduría. Si la comida es deliciosa y a menudo elogiada por familiares y amigos, la sensación de logro aumentará repentinamente y el índice de felicidad familiar seguirá siendo alto.
¡En definitiva, un hombre se ha convertido en un buen marido a los ojos de su mujer y un buen padre a los ojos de sus hijos!