¿Cómo hacer salsa de tomate?
Ingredientes: 500 gramos de tomates frescos.
Método/Pasos
1. Primero lava los tomates frescos y retira las partes verdes. Si no te gusta la piel del tomate, también puedes escaldar los tomates rápidamente en agua hirviendo, lo que hará que sea más fácil pelar la piel sin dañar la pulpa. Por supuesto, no es necesario quitar la piel del tomate. Depende de tu preferencia personal. Además, al seleccionar tomates en el mercado, se debe prestar atención a la calidad de los tomates. Lo mejor es elegir tomates de alta calidad, y los tomates no deben ser demasiado grandes, porque la pulpa de los tomates que son demasiado grandes es. A menudo son duros, lo que no favorece la preparación de salsa de tomate. Elija tomates de color rojo.
2. Cortar los tomates lavados en trozos pequeños. No es necesario cortarlos demasiado pequeños. Si los tomates están pelados, tenga cuidado al cortarlos, porque sin la protección de la piel se cortarán en trozos pequeños. Si los escalda con agua hirviendo, fácilmente se cortarán en tomates podridos, lo que provocará la pérdida de nutrientes. .
3. Pon los trozos de tomate cortados en la arrocera preparada anteriormente. Puedes añadir un poco de agua a la arrocera.
4. Después de poner los pequeños trozos de tomate en la arrocera, puedes añadir un poco de azúcar de roca, un poco de zumo de limón o nada, según tu gusto personal. Luego use palillos para triturar los trozos pequeños de tomate y ayudar a hacer la salsa de tomate.
5. Calienta la arrocera con los tomates hasta que los tomates de la botella de agua con sal estén cocidos hasta quedar pegajosos. Tenga cuidado de no quemarlos. Otra cosa a tener en cuenta es que durante el proceso de calentamiento de la olla arrocera, la tapa no debe estar cerrada, ya que se quemará fácilmente. Lo mejor es revolver con una cuchara mientras se cocina.
6. En este punto la salsa de tomate ya está lista. También es muy fácil de guardar. Busca una botella de agua salada sellada, pon la salsa de tomate preparada en la botella de agua salada, cúbrela con un tapón de goma y guárdala en el frigorífico. Siempre puedes sacar el ketchup si quieres comértelo. Cabe destacar que la salsa de tomate casera acaba de cocinarse a alta temperatura y es necesario enfriarla antes de guardarla en el frigorífico.